José Lazcarro. Legado artístico y docencia en la IBERO

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

José Lazcarro. Mesa y útiles de trabajo
"30 años de creación" es el motivo por el que se organiza en San Pedro Museo de Arte (4 Norte 203. Centro Histórico Puebla) una exposición homenaje al artista José Lazcarro, contumaz artista de estirpe poblana que ha impregnado con su rastro el pasado de la creación poblana. Hay que establecer una distancia crítica, la necesaria para reconstruir y examinar un proceso de 30 años restaurando la narración y acción comunicativa de su arte para esta sociedad. Pero al mismo tiempo, hay que contar con la perspectiva y el contexto en el que se aborda. Desde luego no será el de la complacencia del éxito logrado por los años de constante trabajo, sino el de la conciencia de una sociedad globalizada tecno-romántica donde el arte se vincula y funde con la realidad.
Juan Carlos Castillo. "Irak"
José Lazcarro. Caballete con autorretrato
Comenzando con un acercamiento a los objetos de su taller, la museografía no es dividida en etapas precisas. Resulta difícil encontrar una lectura evolutiva de su obra; Quizás no la hay, aparte de los comienzos y la etapa figurativa que lleva al comienzo del arte abstracto informal del que ya no se ha apartado, incorporando activamente al discurso del cuadro la estructura de los marcos. La museografía se enfoca de manera específica a la interrelación y diálogo con la obra de artistas poblanos como José Villalobos y Gerardo Ramos Brito entre otros, y generaciones de alumnos con los que él ha trabajado entre los que destacan Baruch Vergara, Alberto Ibáñez, Elías Adam, y Juan Carlos Castillo que prende en el visitante alejándose del padrinazgo icónico de su maestro con obra emocional de objeto como la que titula "Irak", acumulación de zapatos de niños en un cubo transparente.
José Lazcarro. "Paisaje de San Andrés". 1991
Hay que reconocer con la obra de José Lazcarro, en su lenguaje abstracto matérico, la expresión de una existencia humana única, la impronta de su estilo apareciendo en el transcurso de los años. Su pintura se convierte en la mediación de una experiencia pura en sentido espiritual. (Ver en critic@rte "Figuración y Abstracción. Teresa Moran y Lazcarro" Mayo 2000) Es el arte impulsando a la construcción de una realidad intelectual, emocionalmente más intensa como él mismo afirma: "Pintar es una forma de vivir", "El arte para mí es la vida".
José Lazcarro. "Presencia". 1990
Lazcarro sitúa su discurso plástico en la trama de lo material. El término "material" procede etimológicamente del latín "mater" que comparte significación con la tierra, o con la naturaleza como fuerza dinámica, potencia material y naturalmente creadora. Aproximarse visualmente a las obras conduce a desentrañar la construcción geométrica e intelectual del cuadro que conduce al centro material, emocional e imaginario que se revela siempre a través del título de sus cuadros. Su obra se encamina a la producción de una realidad total donde se mezclan el medio artístico con la naturaleza y los componentes emocionales, todo ligado definiendo su lugar en el mundo.
José Lazcarro. "Rojo Profundo". 1990
¿Qué revela de la sociedad la reflexión de treinta años de creación de José Lazcarro, pero sobre todo, en lo que ha invertido su vida, en el legado de la enseñanza como apunta la reunión de artistas expuestos en este homenaje? Un sistema de creencias, concepciones de la realidad, caracteriza una época particular y genera el clima social que hace posible las obras de arte de una etapa, que junto a los métodos de enseñanza que se privilegien, revelan la política cultural de la sociedad. La evaluación para constatar la contribución de sus aportaciones consistiría en reflexionar en qué medida el desarrollo del arte posterior a su actividad hubiera sido el mismo sin él. Comprobar su influencia en el proceso de la creación artística, y de qué manera se insertan sus ideas en la actividad del campo artístico y de su entorno.
José Lazcarro. "Divertimento". 2003
Lazcarro despliega humanidad y amabilidad profunda. Su fama y prestigio artístico se ha centrado en el entorno de Puebla. Se inició con exposiciones individuales en varias galerías de México DF después de su educación en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura del INBA en México, y realizó diversas colectivas y aproximaciones culturales a USA, y Japón en 1988, donde aprendió la técnica de papel Washi-Zokei. Los murales y su obra son demandados muchas veces en función del status que confieren, luciendo como decoración del hogar, pero no como contribución coleccionista en apertura y nuevas inquietudes artísticas. Pero su enseñanza, sin embargo, ha marcado varias generaciones de artistas y diseñadores hasta la actualidad, siendo el pilar fundador de los Departamentos de Artes Plásticas y de Diseño de la UDLA. Y bien ¿Qué ocurrió para que su enseñanza sufriera un desplazamiento de la dinámica actual de esa universidad?
Baruch Vergara "Asunción" 2002
Creo que, aparte de inclinaciones personales de responsables académicos y coordinadores, su obra, como su enseñanza, se iban limitando a responder a esquemas que son superados o más bien transformados. El enfrentamiento individual y espiritual-matérico en la pintura ha sido desplazado en la UDLA por un énfasis en la construcción semántico-simbólica desde estrategias lingüísticas en el arte plástico, cargándose de tendencias explícitamente sociales de denuncia y renovación.
Cesar Gordillo "s/t" 2002
Se hizo manifiesta la diferencia de concepciones de realidad entre la nueva generación y la de Lazcarro en una pugna estética, a pesar de todo lo que pudiera contribuir con su experiencia. Esta acción por la que prevalecía la dimensión ya no abstracta, sino concreta y significativa apartaba al profesorado que pudiera incentivar anteriores estrategias, despojando de ese recorrido individual y personal necesario en el alumno. Los profesores situados en ese rango quedaban relegados a la enseñanza del oficio artesano desde alguna técnica concreta de grabado o la técnica de papel, como ocurrió con Lazcarro, lo que le llevaría posteriormente a abandonar la UDLA.
José Valderrama "Umbral de tres momentos" 2003
Pero no abandonó la docencia. Se unió al proyecto de La U. Iberoamericana que buscó suplir ese vacío de academia pictórica de calidad, provocado en Puebla al operarse la transformación en la UDLA con la oferta del "Diplomado de Proyectos Pictóricos". Este seminario-taller fue planteado desde una construcción técnico-emocional, confrontando a los participantes con el arte contemporáneo conceptualmente desde la realidad bidimensional de la imagen. Muchos de ellos trascendieron lo bidimensional hacia la configuración tridimensional, conducidos por la visión individualizada encontrada. La exposición de los resultados, curada por el maestro José Valderrama y José Lazcarro, se muestra con orgullo en la Galería / Biblioteca de la U. Iberoamericana bajo el título "Coherencias Pictóricas".
Sofía Maurer "Silencio"
José Lazcarro se responsabilizó de la parte pictórica, donde su quehacer académico deslizó al alumno a una asimilación matérico-abstracta de la realidad circundante, como se hace evidente en la muestra. Cesar Gordillo supo aportar el conocimiento de los materiales, Baruch Vergara la necesaria habilidad del dibujo, y el maestro José Valderrama sustentó el desarrollo conceptual del alumno. La adecuada conjunción de estos impulsos generó un avance evidente en las obras de los alumnos que se muestran junto a una pieza de cada uno de los profesores en la rotonda de la Galería. En las obras se aprecia la sensibilidad del espacio entendido bidimensionalmente. Con esta exposición se reafirma que la docencia ejercida con estímulo vital y conciencia plástica de calidad encamina al alumno a dimensiones en el arte que, después podrá decantar en un proyecto personal más individualizado. Pero los valores tradicionales de oficio y conocimiento pictórico sirven de apoyo en la búsqueda de lenguaje independiente y resultan coherentes con la situación artística contemporánea. No hay que desechar en lo académico la evolución necesaria del estudiante, que en su primera etapa necesita del aprendizaje de profesores como José Lazcarro. Su contribución en el momento correcto de la evolución del alumno transmite la carga de intensidad humana y vital que él lleva como esencia de su arte.
Jaime Letona "Amantes" 2003
La actividad artística de Lazcarro ha dejado una huella indeleble en el panorama artístico de Puebla. Ha formado y sigue formando inquietos artistas que deben tomar de José Lazcarro los conocimientos y la vitalidad, pero no estancarse en la admiración de sus respuestas estilísticas, como a menudo ha ocurrido, sino extraer la razón que las inducía para encontrar las suyas propias acordes a nuestra realidad tecno-romántica actual.