Raúl Cerrillo. Rótulo y arte pop

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Raúl Cerrillo. "Tortas"
Se asiste en las pasadas décadas a un creciente uso de la repetición y la apropiación en el arte. Re-hacer, re-usar, re-ensamblar y re-combinar es la directriz de cierta actitud en la actualidad. Una actitud que se encuentra vinculada con los fundamentos del Arte Pop de los Sesenta y que se extiende, difunde, en una cultura donde la originalidad queda en entredicho, como nostalgia romántica, impulsada por la extendida tecnología, la copia y la libre difusión cibernética.
Raúl Cerrillo. "Pinturas sobre muro"
Uno de los elementos utilizados predominantemente en el Arte Pop era el rótulo y la figuración en directa relación a la sociedad de consumo. El arte acudió a la imagen y objetos populares. Lo vulgar y cotidiano se incorporó al discurso plástico buscando el artista en torno a lo que la persona común no percibe al tenerlo continuamente cerca. Aunque fue ubicado como un movimiento artístico que daba respuesta al Expresionismo Abstracto, y fue considerado encerrado en su propia definición plástica, se deslizó teóricamente hacia la apropiación de la década de los Ochenta y se extendió en el talante de espectáculo y entretenimiento del arte de los Noventa donde el arte se integraba palpablemente con la vida. Ejemplo de ello y de la mercantilización artística son la obra de Jeff Koons, y la de Takashi Murakami quien en sus obras de colores planos y representaciones ingenuas de comic integra la industria del entretenimiento y el mundo del arte. Afirma Hal Foster, en el número especial de Arte Pop, de Octubre 2004 de ARTFORUM, que la precondición del arte Pop era la nueva configuración del espacio cultural implicado por el capitalismo consumista en la que, estructura, superficie y signo aparecen mezcladas a menudo, y aunque se ha transformado varias veces desde entonces, aún permanece entre nosotros.
Raúl Cerrillo. "Cabrito"
El Arte Pop muestra una etapa de revitalización conjuntando las prácticas apropiacionistas y la investigación de identidad. Es en este segmento donde se mueve un artista joven quien surge desde Puebla, se educa en la escuela de la Esmeralda en México DF, y comienza a cosechar atención en Monterrey y premios como el recibido en el Encuentro de Arte Contemporáneo de Puebla en 2004 (ver en Octubre 2004 "Disputas y reconsideraciones del IV Encuentro") con una obra polémica que ahora se exhibe, junto a otras de la serie "Intervención al rótulo", en la Casa de Cultura (5 Oriente, 5. Centro Histórico. Puebla). Raúl Cerrillo plantea una colaboración estrecha con el oficio de rotulista en la realización de la obra al trabajar "artísticamente" sobre la ejecución pictórica "artesanal" de un rotulista. El resultado es un híbrido, como significativamente resalta el autor en un texto, enfatizando el cruce interdisciplinario que nada tiene que ver, según escribe, con una estética posmoderna trasnochada.
Raúl Cerrillo. "Carnitas"
Creo, que aunque no tenga que ver con la estética posmoderna tranochada, no está alejado del pensamiento posmoderno de la alegoría, la parodia y la cita narrativa, elementos definidores del pensamiento posmoderno. Sus obras se aproximan a esa especie de pictograma alegórico, el jeroglífico, un escrito compuesto de imágenes concretas donde se conjugan los significados y se interseccionan los iconos de la gastronomía. Y por otro lado, sus obras se aproximan a una estética, una anti-estética, que Hal Foster señala en "The Anti-Aesthetic" como práctica interdisciplinaria en su naturaleza y que es sensitiva a las formas culturales comprometidas en una política, o enraizada en lo vernáculo.
Raúl Cerrillo. "Mole de Olla"
Raúl Cerrillo se enfoca en esa percepción de lo autóctono, de la cultura popular mexicana. Apropiándose de signos generalizados en los rótulos de los mercados, tortillerías, misceláneas, taquerías y menú de restaurantes, entremezcla la disciplina artesanal con la artística en una anti-estética que crea ante el espectador un espectáculo visual con el que empatiza icónicamente en una danza de imágenes agitadas, saturadas y viscerales, junto a otras de desarrollo más sintético donde prima el rótulo o figuras comúnmente solicitadas a los rotulistas de oficio. Ambas responden a la misma intención: Crear un collage de oficios, tiempos y niveles de representación dispuestos en un discurso narrativo sobre una tela de yute de medidas de más de dos metros.
Raúl Cerrillo. "Caldo de Gallina"
Raúl Cerrillo establece con esta estética un compromiso social con el oficio que tiende a extinguirse: El de rotulista. La tecnología digital y la impresión en vinilo han empujado esta habilidad a una dimensión comercial insostenible por su escasa demanda. Pocos rotulistas sobreviven ya, herederos de una tradición, realizando toda clase de anuncios que el cliente pida. La actividad se ve mermada por la facilidad y rapidez de las impresiones digitales que permiten incluso su abaratamiento, aunque no -como ostentan orgullosamente los rotulistas- puedan lograr la misma creatividad de recursos y uso de tipografías inusuales. Las familias que heredaron el oficio se ocupan ahora de transformarlo con la adquisición de maquinaria de cómputo que les permita actualizarse y responder a la solicitud y deseos del cliente.
Raúl Cerrillo. "Lulú"
Los títulos de las obras de Raúl Cerrillo son una forma de connotación y sirven de clave de lectura: "Carnitas", "Mole de olla", "Lechería", "Tortas"... El título aporta la pauta de conocimiento de las piezas que a su vez también son una conjugación del lenguaje verbal con el pictórico al combinar la propuesta de rotulación del rotulista que elige la composición, las letras y determina el sustrato icónico identificable sobre el que Raúl intervendrá con un desarrollo intuitivo artístico. Otras obras responden a un manejo más conceptual como en "IMSS", el Instituto Mexicano de Seguridad Social representado por el águila que envuelve a una madre amamantando a su hijo. Decapitando simbólicamente al águila en esta representación del símbolo del IMSS, elimina el contenido nacionalista, una fuerte crítica, resaltando la ternura maternal del icono. Así, también, con la figuración del icono popular muy solicitado como es el de "La pequeña Lulú", el cual no se mantiene constante en su forma de aparecer el peculiar brillo en la cabellera, que Raúl Cerrillo elabora de modo desgastado y reventado de tanta manipulación pictórica.
Raúl Cerrillo. "IMSS"
La inquietud de Raúl Cerrillo se expande en múltiples dimensiones abarcando la amplitud del fenómeno de la imagen popular y sus significados, y de ahí la impresión de falta de coherencia en la propuesta visual advertida que tiene más de conceptual que de simple presencia visual. Su interés atañe a la concepción de la temática y el problema que aborda, muy en línea con la sensibilidad y las reflexiones de arte objetual y de registro de Gabriel Orozco quien abordando acciones de vida cotidiana, el movimiento, la gravedad o reflexiones filosóficas sobre nuestra percepción y acción en el paisaje mental y físico del mundo, origina productos que no comparten entre sí parámetros superficiales. Raúl prosigue esta misma inquietud impregnado de la visión del rótulo en el tercer mundo, decantándose a través de diversas experiencias plásticas que aún están en proceso y compondrán un cuerpo de obra más coherente.
Raúl Cerrillo. "Pinturas sobre muro" Gráfica Digital
Una exposición surgida como complemento a un congreso y a la que la Secretaría de Cultura no brindó suficiente apoyo (No existe ni tarjeta de invitación). Desatendida y no anunciada, es un encuentro interesante para el visitante de la Casa de Cultura que halla en esta sala inmensos lienzos que revelan imágenes de la cultura popular mexicana intervenidas desde el sustento teórico robusto de Raúl Cerrillo que apunta hacia una sólida carrera como destacado creador.
Raúl Cerrillo. "Blanco sobre Jarritos"
Pintura suprematista sobre puesto de periódicos
Publicado el 17 de Diciembre de 2005