Me arrodillo entre tus muslos, hacia tu bajo vientre. . . Gimes cuando mi lengua de lava, con maestría, acaricia los misterios de tu piel llevándote al paroxismo. Me tomas de los hombros y me recuestas despacio cubriéndome de besos, besos mohosos sabor a miel y olorosos a flores de adviento. Me ofrezco nuevamente a tus caricias, a tus palabras acicaladas que quedan marcadas en mi piel. . . Durante mucho tiempo, un tiempo infinito, alimento con mi lengua la caricia. . . Llevo mis dedos hacia adentro sintiendo lo más profundo de mí, pensando en tu erección calcinante que espera.
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Sangre y Miel
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Escucho tu voz en la oscuridad cómplice que enamora. La perfecta comunión de dos cuerpos sin recubrimientos en el lecho aromado. De los resquicios parecen entrar flamas y toda la habitación se inunda de flores. Mi amantísimo corazón siente tu cercanía. . . Nos juntamos entrelazados y voluptuosamente mecidos en el amor tomas fervorosamente mi boca. Nuestros labios se unen con extraordinaria intensidad mezclando salivas. . . "Hay miel y leche debajo de tu lengua. . ." La penumbra me seduce y te ofrezco mis labios con mayor ardor todavía. . . Tus manos se deslizan enfebrecidas... el goce recorre mi cuerpo. . . En tu anhelo ardiente palpas mi brevísima ropa interior de blanco encaje. Yo, sin un vestigio de pudor, permito que excaves en mi hierba tibia. . . Te detienes en los secretos de mi carne. . . Tus dedos rozan mi clítoris estremecido, arrancándome un suspiro de mujer motivando mi entraña a la entrega absoluta. Arrastras tu boca por toda yo hasta perder el rostro en la entrepierna. . . Tu lengua hurga entre mis labios. . . muerdes. . . En la violencia de la caricia, el dolor se confunde con placer. Siento una intensa quemadura como si el fuego descendiera a lo más profundo de mí misma. Arqueando mi cuerpo ante la intensidad del placer haces brotar el líquido incandescente. . . Cierro los ojos, como se cierran en todo instante de dicha suprema, tal como si la pasión tuviese también su pudor. . . Bésame con tu amor, bésame en las más íntimas entrañas. . .Amantes fogosos, hambrientos de ternura, devoradores de amor. . . |
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Me miras, me derrite tu mirada. Sucumbo a tus manos que se regocijan en mi piel. . . Siento crecer tu virilidad entre mis piernas como un cautín. . . Abro mis labios para recibir tu beso sublime mientras me penetras. . . Te lleno de mi lengua. . . Todo tu miembro que arde por mí, concreta sus ansias en mis profundidades. . . Abrazo firmemente tu falo con mis labios vaginales. . . Viajamos hasta el cosmos maravilloso de nuestros paisajes. . . Te recorro con mis manos. . . tus manos en mi piel. Nos derretimos al unísono. . . Coito de denso semen desbordado. . . Llego donde mi alma se siente contenta, como si hubiese llegado a su término. Te derramas, y acerco mis labios para beber de tus manantiales acelerando el ritmo de tu corazón. . . Quedamos desfallecidos, enlazados desnudez con desnudez. |
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Eres mi instante. Prisionera bajo tu cuerpo besas mis ojos y mi frente repleta de pensamientos amorosos para ti, sometida a merced de tu ternura. Tu respiración entrecortada parece música. Ciega en tus brazos, con las entrañas dulcemente conmovidas, entreabro dichosamente mis ojos amantes rompiendo a llorar de amor y de felicidad, ya sin fuerzas más que para seguir amándote. . . Te amo como se ama vivir, como se ama la libertad. . . Una vez más, no hemos hecho el amor. El amor. . . Nos ha hecho a nosotros.
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Comentarios de Marcelo Racca desde Argentina
Pocos escritores americanos del género de Carolina Gálvez , han merecido mi atención , y ninguno dentro del hispanismo "eróticos" ha despertado tanto interés como la autora de "Hasta el amanecer", y "Sangre y miel ", entre otras, en mi persona y en la de lectores amigos de habla española. Se escribe copiosamente sobre este género...[+]
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Publicado el 15 de Octubre de 2006 |
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