El mejor secreto... o el Gabo a la Puebla

Joaquín Ríos Martínez. (cuestionarte@hotmail.com)
Diplomado en Administración de las Artes, y en Gestión Cultural
http://achtli05.blogspot.com

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Gabriel García Márquez
El mejor secreto guardado en la Puebla de los Ángeles es el del posible Doctorado Honoris Causa para Gabriel García Márquez por parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Nadie, pero lo que se dice nadie ha querido soltar prenda acerca de lo que parecería un hecho cuando se cumpla el primer aniversario del Complejo Cultural Universitario.

La personalidad y cercanía del Premio Nobel de literatura hace pensar que sólo dependería de su abultada agenda, para poder estar en la Puebla de los camotes de colores y las madrizas a la literatura. García Márquez, dicen los que lo conocen y hablan de ello, es un escritor humilde y dicharachero que no rehúye este tipo de reconocimientos, así como tampoco la charla intelectual.

Personas cercanas al ámbito del arte y la cultura de la propia universidad recuerdan que hace no mucho tiempo el escritor colombiano había aceptado pero que no encontraban fecha dentro de sus itinerarios internacionales. A lo mucho lo que alguno ha revelado es que el rumor ha vuelto a los corredores del Carolino con insistencia y escepticismo.

Hace unas semanas me tocó entrevistar, en esta ciudad invadida por la primavera y el calentamiento global, al también colombiano y escritor Marco Tulio Aguilera Garramuño quien me ilustraba recordando un texto que había publicado en 1974 donde escribió: "En este momento nos corresponde preguntarnos a los colombianos si el universo de Macondo es suficiente para llenar y agotar el ámbito literario de Colombia; si vamos a desechar el resto de la literatura hasta que venga otro iluminado, o si, conscientes de la responsabilidad, aceptamos que Gabo no ha marcado, como en otro tiempo lo hicieron Jorge Isaccs o José Eustasio Rivera, y que no sólo es natural sino lícito y necesario que se estudie su obra, se asimile, y si es posible, se supere. Y también debemos preguntarnos si el dogma impuesto por García Márquez con su correspondiente
inquisición, beatería y chorro de babas, no requiere de la herejía, de una herejía a gritos si es necesario. La literatura colombiana sigue existiendo no sólo gracias, sino a pesar de García Márquez".

Y en aras de conocer un poco más de la personalidad del brillante costeño, Aguilera Garramuño se desprende de un: "García Márquez no es ni pedante ni vanidoso, aunque está más cerca de la pedantería que de la vanidad. Nunca -hasta donde lo he podido escuchar- cede en una discusión. Parece que ha hallado la verdad y la razón. Gabo cree en sí mismo sobre todas las cosas."
García Márquez en Barcelona entre 1960 y 1970
García Márquez en Madrid vestido con el traje caribeño
Con todo y la aversión que siente el colombiano menor por el escritor mayor, Aguilera Garramuño buscó a su paradigma para pedirle ayuda cuando querían aplicarle el artículo 33 de la constitución Mexicana y expulsarlo de
México por pornógrafo (por dedicarse un extranjero a actividades no permitidas). "Mejor -dijo GGM- así te mandan a Colombia gratis, jajajaja. Mira, déjame ese asunto a mí. Pero tú tienes que comprometerte a estarte quieto. No protestes, no des declaraciones". Así los perros rabiosos de la intolerancia quedaron quietos.

Casualmente, allá por 1994 el colombiano indecente y yo publicábamos en el suplemento cultural Sábado de "Uno más Uno", él con sus textos cochinos y yo mis fotografías artísticas de encueradas. Suplemento que si no fuera dirigido por el valeroso Huberto Bátiz hubiera sido censurado antes. Recuerdo que a Garramuño le gustaba fotografiarse en pelotas con sus botas vaqueras lustradas.

Sea como sea, con o sin el amor-odio que le profesa MTAG a GGM, el reconocimiento en la Puebla literaria pero analfabeta, será un motivo de orgullo para todos los que estamos aquí.
A navegar en otros mares... o la Vela de la ignominia
Sergio Vela. Ex-Director del CONACULTA
A lo lejos se escucharon casi en silencio, como para no molestar demasiado, los instrumentos que acompañarían el acto. La luz del sol se filtró por los cortinajes y los violines se hicieron más evidentes, aquellos que rememoran la soledad y tristeza. Sergio Vela Martínez (1964), ex presidente del Conaculta hasta la primera semana de marzo, fue removido, por fin, de su cargo.

En el Estado mexicano se ha vuelto una mala costumbre el que los politiquillos de media monta evadan sus responsabilidades y se olviden del ego corrupto. En el reinado de Vela campeó intramuros el dispendio y la indolencia y, en sus múltiples viajes el flirteo con la estética del bajo mundo. El director de ópera sabía que la última palabra estaba por escribirse y accedió a todo tipo de excesos, anímicos y burocráticos.

Fueron avisados por los agoreros del presidente quienes cambiarían sus chambas, la hasta entonces exitosa directora del Fondo de Cultura Económica Consuelo Sáizar Guerrero, y el ex presidente todavía más espurio. Se presentaron ante el preciso de manera sobria, ella de negro, él gris, ella con sonrisas para todos, él con lágrimas en los ojos. Se terminó el humilde mancebo. Cuando desperté el gran elefante seguía ahí.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes fue creado en diciembre de 1988 como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública mediante un decreto presidencial. Al cual se le asignaron atribuciones que en materia de promoción y difusión de la cultura y las artes, desempeñaba anteriormente la Subsecretaría de Cultura de la Secretaría de Educación Pública. Entre los motivos que generaron su creación (según su página de información), el Gobierno de la República reconoció su papel en el estímulo a la creación artística y cultural, garantizando la plena libertad de los creadores, razón por la cual la presencia gubernamental en este campo había de ser esencialmente de organización y promoción. Igualmente, se reconoció que el Estado debe alentar las expresiones
Sergio Vela.
culturales de las distintas regiones y grupos sociales del país, así como promover la más amplia difusión de los bienes artísticos y culturales entre los diversos sectores de la población mexicana, además de preservar y enriquecer el patrimonio histórico y cultural de la Nación.

Serán beneficiarios directos de su actuación, la población del país en su conjunto, con quienes se buscarán permanentemente formas de corresponsabilidad en la operación de los proyectos culturales, y las centenas de miles de espectadores y visitantes que concurren a las exposiciones, eventos culturales y cinematográficos en las principales capitales culturales.
Director del CONACULTA con su equipo
En atención a las exigencias y requerimientos de orden cultural de la sociedad mexicana, a partir de la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se da origen a diversos programas y acciones, con el propósito fundamental de enriquecer la identidad cultural de los mexicanos. La misión fundamental del Consejo es integrar y coordinar de manera armoniosa la labor de los organismos, dependencias e instituciones del gobierno que desarrollan la política cultural del Estado Mexicano.

Todas estas máximas enterraron al sensible músico desde hace meses, y su insensibilidad política hizo que el muerto apestara antes de tiempo. Sergio Vela tuvo que presentar su renuncia al frente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y esperar lastimosamente a que Calderón Hinojosa lo despachara por cretino.

Después de las dos de la tarde del martes 2 de marzo su vida cambió, no más aviones rentados, no más sábanas de lino, no más cenas en París o almuerzos en Viena. Los Pinos será su última parada a costa del erario federal. Pronto regresará al recordatorio ciudadano, al mundo de los pajes y bufones, del pueblo que acude a sus óperas.

El mismo cúmulo social que recuerda el mega fraude de la Biblioteca Vasconcelos del sexenio que lo presidió, hoy le echó en cara su poca ética profesional al despacharse, como chacha pueblerina, con la cuchara grande.

Y como siempre a la Verdadera Verdá no le queda más que esperar los pelos de la mula.
Publicado el 29 de Marzo de 2009