Gestión, promoción y difusión… o los objetivos culturales

Joquín Ríos Martínez. (cuestionarte@hotmail.com)
Diplomado en Administración de las Artes, y en Gestión Cultural
http://achtli05.blogspot.com

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Los resultados de las iniciativas intelectuales como obras de arte, se gestan específicamente en la mente de los creadores hasta que se manifiestan como un producto final, con las características y códigos elegidos, a veces casuales, la mayor parte de las veces dirigidos.

La obra de arte, así como los productos terminados de cualquier manifestación: Obras de teatro, pinturas, guiones, música, poesía, fotografías, performance, grabados, esculturas, y lo que se les ocurra... requieren, si así lo desea el artista, llegar a un público que lo consuma, para en parte validarlo social y culturalmente; Y esta tarea requiere de un proceso igual de profesional.

La gestión, la promoción y la difusión de estos productos, tienen tiempos y espacios muy marcados, y más si la obra quiere comercializarse para que se convierta en un modo de vida.

Estas tres definiciones se conocen en el ámbito del arte, se sabe de su necesidad y de su permanente presencia en espacios públicos y privados, en las instituciones relacionadas y en los medios de comunicación, pero en pocas ocasiones el artista o la institución hacen uso de ellas de manera profesional.

Además de que son muy pocas las universidades que ofertan maestrías o doctorados en gestión, promoción o difusión de obra de arte. Existen mucho más en preservación y restauración de patrimonio arquitectónico, pero tampoco tienen su área mercadológica.

Herramientas de difusión

El fin de semana pasado, el Instituto Municipal de Arte y Cultura organizó en la Biblioteca Garibay del Instituto Cultural Poblano, un taller de creatividad en donde el tema central fue la creación de herramientas de difusión, dirigido a profesionales del área y/o artistas interesados en encontrar sus propios métodos de comunicación.

Bastó un telefonazo a manera de invitación para que me convencieran de ser el instructor de dicho taller. Profesionales de instituciones de gobierno, museos, universidades, Secretaría de Cultura, asociaciones y fundaciones privadas, y artistas independientes conformamos una torre de babel rematada por la linternilla del otrora penitenciaría.

Ideas, propuestas, proyectos y mucho, mucho amor al arte, hicieron que todo confluyera en una sola visión: Elevar la calidad de la educación en todos los ámbitos y niveles del cotidiano para poder hacer uso de nuestro derecho a la información, a la educación y a una mejor calidad de vida por medio del arte y las múltiples culturas que a diario hacemos nuestras.

Promotores culturales

Por supuesto, a este taller no llegó ningún reportero de la fuente cultural, y en contra peso los promotores, quienes también tienen que ser todólogos y cubrir ese vacío de la prensa, que ahora ejerce –según me platicó un amigo creador- una pendeja y pequeña mafia, se defenderán a partir de sus nuevas herramientas de difusión.

Muchos de los asistentes a este taller se quejaron de la política infausta que ejercen estos seudo-reporteros que se han enconchado en el boletín de prensa. Reporteros que no buscan ni por casualidad una nota exclusiva o cuando menos diferente, pero generada desde espacios privados. Aquí, aseguraron mis alumnos, los que salen perdiendo son los periódicos, ya que al ser todas las páginas iguales, da lo mismo comprar cualquier diario. No así en la radio.

Los promotores culturales más allá de traspasar información, debemos dar una lectura amplia y extraordinaria a la vida y desde allí desmenuzar los elementos culturales, como dice Bonfil Batalla, instrumentos con los que un grupo humano va elaborando a través del tiempo su proyecto de existencia y de trascendencia, elementos dinámicos.

Estamos obligados a leer los símbolos, los códigos de comunicación y representación, signos, rituales, y a reflexionar y conocer las diversas culturas. Enhorabuena a esas 35 nuevas almas, renovadas y recargadas, dejemos que el Estado hago lo suyo, si puede, nosotros a lo nuestro.

P.D.

Y hablando de desprecio, ¿qué sentiría el Precioso ahora que los federales no lo dejaron sacar el discurso de su ronco pecho? ¿O el día que en Plataforma se manifestó Mafalda?

Regalos navideños

Si es usted una de esas personas que no se pueden abstraer del consumismo recurrente de la época Guadalupe-Reyes, Metzcalli CuestiónArte (4 norte 1610-A), pone a su disposición obra de artistas de diferentes manifestaciones y temáticas para sus regalos navideños. Obra de arte y libros que lo dejarán bien parado y orgulloso de contribuir en causas sociales.

Publicado el 20 de Diciembre de 2006