Arte-objeto, enseñanza y nuevos medios

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Irving Méndez y Luis Ernesto Sierra. "Géminis". Plastilina
¿Conduce el aprendizaje y dominio de los componentes de los sistemas de representación hacia una liberación o hacia una represión del ámbito emocional? ¿Realmente contribuye la enseñanza del arte a una construcción del conocimiento personal? Las restricciones o limitaciones del aprendizaje de toda disciplina acompañan el desarrollo de cualquier aspecto artístico. Hay que elaborar controles y dominios técnicos y materiales, así como la coordinación entre mente y ejecución física.

Pudiera entenderse, entonces, que la construcción de estas competencias resultan en una represión de la expresión, en un adormecer la dimensión genuina de la persona. Toda imposición de un sistema de representación supondría un someterse a normas y por lo tanto, doblegarse a modos externos impuestos por la cultura y la sociedad. ¿Sería posible ver la adquisición de estos conocimientos como pautas de evolución personal que despliegan posibilidades de expansión e interiorización del individuo?

Las actitudes estilísticas contemporáneas impulsaron el abandono del conocimiento disciplinar centrando las aportaciones en el ámbito de los dispositivos de sentido y de ampliación de las formas expresivas interdisciplinarias, ahondando más en criterios experimentales que los formalistas que desechaban.

Al cabo de hoy, la mayoría de las escuelas de arte se
Miriam Romero. "Identidad"
encuentran preparando artistas que no adquieren, muchas de las veces, conocimiento y formación, sino que se despliegan empujados por los docentes a fluir sin estructura alimentando ideas donde la acción de desintegrar y disolver los planteamientos heredados son los ejes predominantes. Las nociones válidas resultan del acercamiento libre sin trabas, ni impedimentos, ni restricciones. Todo molde o planteamiento previo se desdeña, o al contrario, en algunas escuelas sin determinación clara, se mantiene una baja exigencia desde moldes previos de enseñanza que, descontextualizados y sin estrategias vinculantes a la realidad contemporánea, resultan ineficaces.
Alejandro Sandoval, Jessica Gutiérrez y Luis Felipe Torres. "Enojo no.1". Cera
Suad Moisés y Berenice Valerino. "Capricornio"
¿Donde se sitúa la enseñanza de una orientación funcional y pragmática de las artes en una sociedad avanzada? Es más, ¿Hacia dónde preparar los estudiantes que ejercerán sus conocimientos en cinco años cuando los sistemas de la imagen, la reproducción y difusión se han de modificar profundamente? Por supuesto que seguirá existiendo el creador que inscribe su marca sobre el plano, el trazo caligráfico, la mancha pictórica, o el rudimento volumétrico. Ya se superó el mito de la muerte de la pintura. La actividad creativa bidimensional la realiza, también, con plena intensidad, el paciente psiquiátrico, que sin limitantes se vuelca en la expresión de su identidad y de su pensamiento. De hecho, los ejemplos de obra de muchos de estos creadores fueron estímulos para la evolución plástica moderna desde la colección Prinzhorn defendida por la aproximación al "Art Brut" de Jean Dubuffet.
Alejandro Sandoval y Eduardo Fouilloux. "Escorpio"
Irving Méndez. "Dependencia"
¿Qué queda entonces en la enseñanza del arte actual entre la necesidad de expresión y la aplicación útil y funcional de las disciplinas? Los avances de la tecnología y el uso de las herramientas digitales en la imagen parecen desplazar las habilidades de creación en el terreno tradicional, entre otros en el de la realización de la imagen de animación y creación artística. Es indudable que la imagen electrónica conforma la esencia actual para el desarrollo de la representación, con las facilidades
que supone y las posibilidades que resultan de su reproducción y difusión. La enseñanza del arte viene indudablemente afectada por los avances de las herramientas de construcción de imagen. Así, una carrera desarrollada en un Centro de Estudios Tecnológicos donde predominan los componentes funcionales útiles podría concebirse, al encarar la enseñanza del arte, dominada por los aspectos meramente pragmáticos. Cuando se configuran los planes de una licenciatura se construye la idea de un perfil que satisfaga necesidades dentro de un ámbito concreto y anticipándose a la situación social en cinco años. En este caso, advirtiendo el futuro, la Licenciatura de Animación y Arte Digital en el Tecnológico de Monterrey provee de profesionales en el mundo de la creación artística capacitados en complejas formas de programación computacional, al tiempo que entienden los conceptos y habilidades artísticas profundamente humanas y espirituales con
Patricia Márquez, Arturo Romero y Ricardo Medina. "Leo"
las que podrán desplegar una expresión personal activa en un mundo tecnificado, en el que se desenvolverán como líderes y emprendedores con compromisos éticos y ciudadanos; su educación no se limita a la mera formación de individuos atascados en su visión técnica. Ese mito extendido sobre esta universidad proyecta una imagen errónea sobre una licenciatura que adecuadamente asimilada resultará en un perfil distintivo único y de amplias capacidades para desplegarse con el arte en la sociedad futura.
Hilda Reyna, Octavio Juárez, Beatriz García e
Irving Méndez "Esperanza"
Luis Vadillo, César Ávila y Jimena Oropeza "La humanidad comiéndose a sí misma"
Una de las materias que extiende la formación adquirida de técnicas de representación básica y la del control de la figuración del cuerpo humano en movimiento -ambas de elevada calidad, de resultados destacables entre los ofrecidos en las universidades de Puebla- es "Taller de Exploración de la Forma". En ella el estudiante tiene la oportunidad de lidiar con el pasado reciente de la escultura desde la etapa de las vanguardias, donde la representación de la figura humana atravesó un agudo cambio dejando atrás la tradición neoclásica. Esta evolución a lo largo de la materia conducirá hasta el manejo del arte objeto y la simbolización y sentido de la materia cargada con los significados individuales. El alumno conoce y experimenta las razones formales, plásticas y significativas que alimentaron las propuestas escultóricas con la forma humana que conducen hasta el presente, utilizando toda clase de materiales desde el barro, la plastilina, el alambre, la madera, el yeso, el latex, la cera... etc.
Esta experimentación desarrollada en el 4º semestre de la carrera en este periodo de primavera se expuso bajo el título: "Figurar la Materia" con 40 piezas de escultura situadas en la zona central del edificio del Tecnológico de Monterrey. Son la respuesta creativa de 27 alumnos al impulso docente realizado en la materia por el Dr. Ramón Almela. Una primera serie de piezas fueron
Jessica Gutiérrez y Luis Felipe Torres "Tauro"
Antonio Saavedra, José Valdivieso y
Luis Ernesto Sierra "Miedo Moderno"
formuladas en equipo partiendo desde la comprensión de la estética desplegada por las distintas vanguardias hasta los años 50 acerca de la escultura de figura humana. La segunda serie, realizada en parejas, acometió la representación de las características de cada uno de los signos del Zodiaco enmarcadas dentro de las líneas plásticas de un escultor contemporáneo, y la tercera serie de figuras acometen la ejecución de una temática personal manejando propuestas de arte objeto.
Manuel Valero, Miriam Romero y
Alejandro Fuentes "Orgullo"
Hilda Reyna, Octavio Juárez, Beatriz García e
Irving Méndez "Esclavitud"
Y es aquí donde el estudiante de la licenciatura de Arte Digital en el Tecnológico de Monterrey llega a los mejores resultados con el eficaz ensamble de sentido y materia. Aquí encuentra la oportunidad de explayarse como individuo sensible. La mente cargada de emociones, muchas veces reprimidas, va abriéndose camino en la potencialidad simbólica de los objetos y la materia volcándose en la condensación significativa de su visión, reflexión y exteriorización de sentimientos.
Alejandro Sandoval. "Aún preso de tus besos"
Eduardo Fouillox.
Aquí, la práctica artística de la escultura estimula la conjunción de la forma y el contenido desde la concienciación personal que usa las pulsiones internas dirigidas a sublimar conflictos y vivencias en metáforas visuales. El objeto, como resultado de la interacción entre la actividad artística y la respuesta emocional, se convierte en el campo de juego mental donde se profundizaron y externaron en forma grupal las vivencias internalizadas; una actitud encomiable con la que, aún envueltos en un ámbito tecnológico de creación contemporánea, abordan con entusiasmo la dimensión dentro de sus coordenadas personales.
Madeleine Hernández
"La oscuridad me consume"
Alejandro Sandoval, Jessica Gutiérrez y Luis Felipe Torres.
"Sensualidad Atrapada"
Las vivencias y relaciones amorosas, contempladas bajo variados aspectos con sus repercusiones de ilusión o depresión, abundaban entre las temáticas afrontadas. La permanencia del sentir, las decisiones afrontadas o las expectativas albergadas, marcaban una etapa crucial de la vida. Las relaciones familiares constituyen, por otro lado, otro importante aspecto del ser humano. Tanto la dependencia económica con la familia, como las vinculaciones profundas entre las personas aparecen tratadas con intensidad en las narrativas desplegadas con los objetos y formas tridimensionales.
Patricia Márquez
"Tú, mi paz"
Patricia Márquez, Arturo Romero y Ricardo Medina "Estertores"
La cuestión de la identidad, centrada con varios trabajos en los procesos atravesados en las etapas de transformación y búsqueda personal, se comporta como otra de las claves temáticas que motiva al estudiante a plasmar intensas vivencias. Varios trabajos podrían señalarse como piezas ejemplares que condensan adecuadamente forma y contenido en su agrupación objetual. Con todos en su conjunto, se aprecian los niveles de calidad que pueden lograrse con individuos entusiastas que supieron percibir su potencialidad tecnológica con los nuevos medios, y en los que la enseñanza del arte promueve el desarrollo de la dimensión artística desde su esencia personal.
Publicado el 2 de Mayo de 2010