Crítica de lo colectivo;
Carlos Amorales y José Valderrama

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Carlos Amorales. Foto-fija de video "La hora nacional". 2010
Cuando se aborda la imagen es preciso aproximarse a ella desde la Teoría Crítica para realizar una adecuada comprensión del ámbito significativo de la representación. La Teoría Crítica es una metodología asociada con el pensamiento crítico de la escuela de Frankfurt, un modelo de pensamiento social liderado por Adorno, Marcuse y más recientemente por Habermas. Aunque asociada a la filosofía marxista, su visión no es limitada por esta tradición y abarca el rol de la estética en la vida moderna, aunándolo al determinismo económico y al materialismo histórico. La teoría cultural enfatiza las condiciones culturales que establecen la relación del individuo con la estructura social; es decir, la cultura es inseparable de las condiciones de producción y recepción en la Historia.
Museo Amparo. Figuras pertenecientes a la colección prehispánica.
De este modo, cuando se aborda la construcción de la imagen hay que considerar la marcha evolutiva de la naturaleza histórica de la percepción y el entendimiento. Lo visual está alimentado por los valores de su período y se carga de preconcepciones enraizadas en el desarrollo histórico. La tarea de una Teoría Crítica llega a ser la de estar alertas a esas condiciones en el sustrato de la percepción, e identificar los valores políticos cruciales que infiltran profundamente el pensamiento y la percepción.
Museo Amparo. Figuras pertenecientes a la colección prehispánica.
Hay que ser explícitos en la afirmación del relativismo cultural; cada cultura opera con diferente sistema de valores, y entender como Jonathan Dollimore sostenía: "No hay práctica cultural sin significación política". El objeto de una Teoría Crítica es abordar la cultura como un texto que se localiza en relación a la estructura social y su contingencia histórica.
Museo Amparo. Figuras pertenecientes a la colección prehispánica.
En este sentido, la realidad de la imagen ha sido explorada bajo parámetros neurobiológicos ofreciendo un panorama completo a nivel topológico cerebral sobre la generación y percepción de la imagen. La imagen, sin embargo, puede ser abordada como información, como objeto para interpretación, lugar para la empatía y la creatividad, y como ventana al mundo. La relación entre percepción, pensamiento y el uso de la imagen ha de ser enmarcada por argumentos culturales y la crítica cultural.
Carlos Amorales. Foto-fija de video "La hora nacional". 2010
Las prácticas visuales de las actividades artísticas inducen la reflexión en el espectador o participante, pero sobre todo impulsa la autocrítica en el autor al examinar los condicionamientos que la cultura impone sobre él como individuo social. Cuando se establece una relación sensible con esos elementos icónicos que la educación ha construido sobre nuestro pensamiento e ideología, se hace necesaria una deconstrucción de lo visual para desenmascarar las preconcepciones de la representación.
José Valderrama. Serie "Paralelos divergentes" "Obra V". Óleo sobre madera. 2009
El sentido de lo colectivo y la representación en México se condensó en el pasado en el "neomexicanismo", una aproximación a la identidad mexicana desde el arte contemporáneo. Fue una corriente en la década de los 80 que enfatizó el conjunto del imaginario diferenciador de lo mexicano sostenido por la ideología política imperante, ligada a la revalorización de la obra de Frida Kahlo, y que se decantaba en torno a la presencia del cuerpo, la política de género, los símbolos patrios y los guadalupanos, junto a la cultura urbana mexicana. Incluso la intelectualidad lo asimiló incorporando el uso de atuendos indígenas y coleccionando arte prehispánico y popular.
Museo Amparo. Figuras pertenecientes a la colección prehispánica.
Esta conjunción de elementos característicos se comportó como identificador de lo mexicano, pero para muchos artistas resultó ser una red que forzaba una estrecha visión superficial determinando conceptos impuestos por intereses políticos de clase, la visión predeterminada de lo colectivo-comunitario, sobre todo alentando ideas de la revolución, cuando la etapa posrevolucionaria se encontraba muy lejos de la ideología que alentó el pensamiento de ese
José Valderrama."Entre dos naturalezas" 2009
José Valderrama."Entre lo profundo y lo natural" 2009
movimiento. El artista crítico, inconformista con los presupuestos plásticos e ideológicos que conforman una visión de la sociedad, busca adentrarse a través del imaginario colectivo, precisamente en consonancia con la Teoría Crítica, usando su disciplina para cuestionar e impulsar nuevas percepciones en el ámbito comunitario. Esta dinámica de la imagen en la que la participación en lo social-colectivo aparece como referente clave de la producción contemporánea es crucial para comprender las inquietudes del productor visual actual.

Se llevó a cabo en la U. Iberoamericana una conferencia internacional sobre las aproximaciones comunitarias a los problemas sociales contemporáneos sirviendo de marco institucional para la presentación de la instalación "Campo de sueños" de José Valderrama. La obra está fundada desde el anhelo de esperanza colectiva, los sueños de la humanidad construidos sobre el entrelazamiento comunitario.
José Valderrama."Campo de sueños". Tabique rojo y talla en marmol con 200 escalas humanas en acrílico y globo blanco.
José Valderrama ha centrado sus indagaciones plásticas en el ser humano, sus figuras aisladas, atormentadas-esperanzadas, forjadas desde una actitud matérica con óleo, agrupadas o individuales, desenvueltas en campos infundidos de estructuras geométricas transmiten una mezcla inquietante e indiscernible de sentimientos contemplativos junto a emociones disgregadas de
José Valderrama. Serie "Paralelos divergentes" "Obra III". Óleo sobre madera. 2009
reclamo social. Su evolución plástica no se restringe a la pintura donde más se identifica aún siendo arquitecto por formación, sino que busca en el volumen la concordancia con su lenguaje bidimensional. Esta instalación en el ágora de la universidad evoca el estilo "minimal" que condensa su propuesta artística. Agrupa de manera aleatoria hacia el centro 200 figuras de escala diminuta de hombres y mujeres insertadas en un espacio reticular cuadrado de 5.40 metros compuesto por tabiques rojos alineados, y donde uno de ellos es talla de mármol blanco vinculado por un cordel a un globo blanco. Condición humana ligada a la construcción comunitaria embarcada en un rumbo de aventura y trascendencia combinando la simpleza del esquema de la existencia con las tensiones de la pluralidad comunitaria.
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"Herramientas de trabajo". 2010
Benjamín Mayer y Carlos Amorales. en la presentación.
Carlos Amorales, uno de los artistas mexicanos más reconocidos en la creación visual contemporánea, enfrenta el reto de reconstruir su bagaje icónico, sus creencias visuales formadas desde la infancia, cuando el museo Amparo de Puebla (2 Sur 708. Centro Histórico) le propuso crear una obra relacionada con el acervo prehispánico del propio museo. De esta exploración surge la muestra "Vivir por fuera de la casa de uno".

El imaginario colectivo construido desde la enseñanza política colectiva deja una impronta difícil de sobrepasar. La mirada está condicionada fuertemente por las experiencias de las que uno no puede desprenderse con facilidad. Símbolos y conceptos sirven de resorte para estimular el espíritu nacionalista, tal como se comportaron ante la selección nacional de futbol originando el ánimo exaltado que anula la individualidad al
Carlos Amorales. "Certificado de préstramo de personalidad". 1996
sentirse perteneciendo a la masa. El imperio de la muchedumbre, que Ortega y Gasset señala en "La rebelión de las masas", es propiciado por el estereotipo extendido de persona que corresponde a una forma de ver la vida determinada por la mirada homogeneizadora.
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"Arena Dos de Mayo". 1997
Carlos Amorales. Instalación con videos "Amorales Interim" "Arena Dos de Mayo" 1997
Confrontar la amplia colección de objetos prehispánicos que atesora el Museo Amparo para darle una lectura contemporánea, suponía desapegarse de los conceptos de orgullo nacionalista distintivo de lo mexicano, de las ideas de colectividad enfrentada al invasor colonialista del pasado
Carlos Amorales. "Treinta y cuatro enunciados para reordenar". 2010
Carlos Amorales.
enalteciendo una retórica icónica que remontara la imagen de comunidad doblegada. Una tarea en la que estuvo acompañado en diálogo con Benjamín Mayer, psicoanalista y director del Instituto de Estudios Críticos. El juego y el cuestionamiento, abandonando la solemnidad, fueron las herramientas para desembarazarse de las ideas preconcebidas al contemplar los objetos arqueológicos precolombinos que llegaron a utilizarse para imbuir en el individuo ideas de raza y de valor frente a la cultura impuesta por el vencedor.
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"La hora nacional".
2010
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"Herramienas de trabajo". 2010
Una serie de videos e instalaciones que se apropian del espacio para la muestra del Museo son los cauces para los interrogantes que Carlos Amorales vierte sobre el visitante. Aquí no hay miradas acomodadas, sino cuestionamientos y deconstrucción de símbolos que por reiteración se desprenden de significado, dejando en el espectador sin sujeciones, situándolo frente a objetos y representaciones de una ideología, el orgullo nacionalista de la Historia de México, la cual ya no es distinguible en esta interpretación desde el lenguaje contemporáneo del arte; un reflejo especular de la experiencia de vivir fuera de la casa de uno.
Carlos Amorales. Instalación de video
"Black Cloud"
2008
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"La hora nacional".
2010
Una instalación de papel recortado con 34 enunciados abre el pensamiento para aproximarse a las cuatro nuevas obras creadas para la exposición, además de una intervención en un salón que llena de mariposas. Las piezas fluctúan entre dos videos ubicados en los extremos del recorrido; en uno, en blanco y negro, disecciona su archivo de imágenes desplegadas a través de dos salas contiguas donde la cabeza de águila decapitada como monotema sistemático se extiende de diferentes maneras por suelo y pared hasta llegar a la presentación del video “La hora nacional” en un ámbito de aguda oscuridad, apuntando con el título una ironía sobre esa rancia homogeneización
Carlos Amorales. Instalación de video
"Black Cloud"
2008
Carlos Amorales. Foto-fija de video
"La hora nacional".
2010
radiofónica. En éste, las imágenes se despliegan con viva saturación de color, desprendidas de la reverente impresión que las vitrinas ejercen en la contemplación de las figurillas. Aquí se presentan en grupos dialogando en un mar coloreado inundado de un cielo verdoso amarillento revestidas de color monocromo, azul, naranja, amarillo y negro. Ángulos de visión cercanos con movimientos lentos de cámara que involucra la mirada del espectador entre un bosque de piezas. Aquellas
Carlos Amorales. Instalación de video
"Black Cloud"
2008
Carlos Amorales. Instalación de medidas variables
"Incorruptibles"
2010
imágenes arqueológicas resguardadas tras vitrinas ambientadas en una aura de respeto milenario, colores cobrizo y terrosos, son ahora revestidas, enmascaradas, patinadas, como por acción metafórica de lo moderno sobre lo mexicano, generando un espectáculo extraño, resultado de una nueva perspectiva, que indaga desde las propuestas formales del artista, y propone la inmersión de la mirada en los objetos precolombinos para contemplarlos sin bagaje predeterminado. Las instalaciones y videos ofrecen un conjunto efectivo aunque aséptico donde intervienen diversos especialistas siguiendo las pautas gestadas por Carlos Amorales que dotan a las composiciones de un sabor limpio, pero algo inocuo: la idea es la obra, y ésta queda algo distante del espectador.
Carlos Amorales. Colocando las piezas de la instalación a partir de la imagen digital
"Incorruptibles"
2010
Carlos Amorales. detalle de los grafismos en el muro
"El estudio por la ventana" 2010
La muestra presenta, además, la oportunidad de acceder al espacio plástico de creación de Carlos Amorales con una selección de su obra realizada por Michel Blancsubé, que va desde el certificado de préstamo de personalidad de 1996, documentación con la que permitía a alguien ser él, hasta una escultura y varias animaciones digitales que proveen una referencia entre la lucha e identidad con la asimilación significativa de símbolos e iconos que han ido conformando su lenguaje expresivo, cuestionado ahora al confrontarse con el museo prehispánico a través de las últimas realizaciones.
Carlos Amorales. "One Mile String" 2008. Instalación con espejo
Los artistas actuales críticos se involucran en desentrañar los parámetros del texto que la colectividad social conforma y, a través de los mecanismos de su disciplina indagan y cuestionan, delatando los determinantes del pensamiento y de la percepción, que la Teoría Crítica señala como mediatizadores de la significación.
Carlos Amorales. "Useless Wonder" 2006. Animación digital. Vista desde la sala contigua con el espejo
La muestra de Carlos Amorales en el Museo Amparo permanece abierta hasta el 30 de Agosto, 2010
Publicado el 30 de Junio de 2010