Apoteosis 36. Acción colectiva

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Apoteosis 36 Vista de instalación "Homoteleemisor" en Espacio Catorce
En Puebla aparecen destacadas las prácticas artísticas atendidas por algún museo privado y por las galerías del gobierno en las que prevalece la orientación convencional del artista, la materia plástica y la estrategia de contemplación de la obra. Al margen de esta estructura institucional, manifestaciones visuales de protagonistas de prácticas artísticas contemporáneas surgen desde agrupaciones e individuos plenas de auténtica actualidad en actitudes y conceptos de la imagen.

La producción significante de las prácticas artísticas en una sociedad dominada por las apariencias estetizadas y controladas por los medios de comunicación masiva, debe asumir una actitud de resistencia frente al poder de las industrias del imaginario que condicionan la existencia bajo este capitalismo avanzado donde la cultura es colonización del espectáculo; la experiencia vital mediatizada por la imagen.

El anhelo crítico gestado desde una comunidad activa en la realidad circundante impulsa una toma de postura resistente. Las prácticas de producción visual denotan los cambios por los que la sociedad atraviesa. Los signos de este desplazamiento en la producción simbólica son la desubicación, paradigma de la diversidad cultural de la experiencia actual, la producción inmaterial y circulación del sentido, y la entronización de una imagen-movimiento como determinante de las prácticas visuales. El efecto de
Apoteosis 36 Vista de instalación "Homoteleemisor"
este compromiso con la cultura propicia nuevas políticas de representación alejadas de las establecidas. No se trata de sustituir esquemas estéticos; no. Se intenta estimular la política del acontecimiento, la situación como contexto intensificado de encuentro social.
Apoteosis 36 Vista de instalación "Homoteleemisor"
Y ocurre en Puebla, aunque no de la mano de pintores o escultores adscritos a los esquemas tradicionales, sino que sucede en el grupo de los desconocidos y excluidos; aquellos que para seguir el aprendizaje de los medios artísticos han de asistir a un abandonado y paupérrimo centro de enseñanza del Estado: Instituto de Artes Visuales. Ahí, donde los mismos profesores no conciben lo que el alumno advierte como realidad, se produce la reivindicación de un "arte
destructivista" como el colectivo "Apoteosis 36" sostiene que realiza. Entre ellos se forja un espíritu grupal, una acción comunitaria no restringida a la actuación estética, sino fusionada con aportaciones de diferentes disciplinas integrando aspectos visuales, sonoros, comunicativos y técnicos para la propuesta de dispositivos de criticidad y concienciación que desarrollen espacios y mecanismos que posibiliten el encuentro, la producción y el intercambio intensificado de experiencia.

En Puebla, enclave colonial de raigambre española y tradicional conservadurismo, se origina la reacción a esa postura estética sujeta a las formas convencionales de expresión. Apoteosis 36 es un colectivo de nueve integrantes formado con diseñadores y artistas plásticos que abordan desde hace dos años con ironía la situación social y la vivencia colectiva entrelazando los medios plásticos, visuales y el sonido.
Apoteosis 36 Vista de instalación "Homoteleemisor"

Recientemente, Espacio Catorce (2 Norte 1404. Centro Histórico Puebla), activo centro de exposiciones contemporáneas de la BUAP, albergó su instalación "homoteleemisor", una inquisitiva crítica a la construcción del sujeto social a través de los medios de comunicación televisiva. Con una serie de monitores situados sobre estructuras rectangulares de madera donde figuran cuerpos pintados sobre las bases, se despliega un discurso continuo de videos en conjunción con la ambientación de rótulos y franjas de color evocadoras de la pantalla de ajuste del monitor de televisión, sobre la que aparecen inscripciones tipográficas significativas como "consume" "niñera tv" "sin sentido" "xhp estereotipo".
Apoteosis 36. Vista de instalación
La instalación audiovisual de Apoteosis 36 plantea la televisión como dispositivo electrónico de comunicación de masas que organiza la mente de la población constituyendo el imaginario colectivo. La cultura occidental es formada como sociedad teledirigida; es el imperio de la imagen por la extensa difusión que alcanza hasta todos los hogares y se instituye como sistema de creencia como señalaba Giovanni Sartori en "Homo Videns": "Con la televisión, la autoridad es la visión en sí misma, es la autoridad de la imagen". La fuerza arrolladora de la imagen televisiva radica en ese flujo continuo que anima el ritmo y compone la escena televisiva con programas indiferenciados constituyendo la forma intrínseca de la pantalla encendida: la imagen-movimiento, y su darse como acontecimiento simultáneo y real.
Apoteosis 36
Apoteosis 36.
Apoteosis 36 se adueña del ámbito donde realiza la instalación, tanto en espacios cerrados de galerías e instituciones como en espacios abiertos de parques o lugares públicos. El sitio se vuelve receptor y provocador al mismo tiempo. Estos ambientes se conforman como experiencias de la imagen, representación de un acontecer que se produce más allá de una presentación objetual. Su obra se construye en el ámbito de la significación interaccionando con el observador. El espectador se envuelve en la propuesta visual creadora de interrelaciones, que propugna la reconsideración de la realidad impositiva de los medios e ideologías dominantes en lo religioso y cultural.
El efecto definitivo de la globalización es el sometimiento del mundo a la forma generalizada de la mercancía que afecta a los objetos y hasta, incluso, a los modos de circulación de la representación, a los órdenes del consumo y a la producción de lo simbólico consagrando el
espectáculo como forma falsificada de circulación de lo simbólico. Ante esta situación cultural, las formas de resistencia no adoptan formas alternativas que tratan de semejar -en plan modernista- otra opción. Al contrario, las estrategias de acción plástica se subvierten construyendo una acción reivindicativa como movimiento nómada, efímero, ajeno a cualquier asentamiento, coparticipando en un discurso abierto que agrupa energías individuales, de distintas disciplinas sin afán de notoriedad, buscando, como hace Apoteosis 36 "estar al norte de ningún lado y a la derecha del padre del sueño": una desespacialización emergente liberada de lo territorial impregnando el acontecer de lo visual expandiendo las conciencias.
Publicado el 14 de Junio de 2008