Pesimismo y paisaje en "Remedios y Rumores"

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Oscar Hernaín Bravo "De pies y manos"
Se acrecienta la atención a la naturaleza en la producción visual actual. Esta vuelta a la naturaleza puede considerarse como una reacción melancólica en una intención bucólica que muestra la rehabilitación de la estética de la naturaleza que cíclicamente, desde el Renacimiento, emerge en la historia de la cultura. La última fase inicia con la difusión de la conciencia ecológica difundida desde la década de los Sesenta, y que se incrementa en la actualidad respondiendo a la creciente tecnificación de la sociedad. El individuo percibe esta tecnificación de la sociedad como opresión, y este retorno a la naturaleza resulta de una reacción compensatoria, un nihilismo romántico, conciencia de la desesperación, duda y oscuridad que se transforma en la añoranza y reivindicación melancólica e irónica de tiempos en los que el ser humano se encontraba integrado con la naturaleza.
Marie-France Desdier "Aldea Fantasía: Caperucita Roja, Hansel y Gretel, Tom Sawyer"
En línea con estas reflexiones actuales de la naturaleza y el paisaje, Gustavo Ramírez, licenciado de Artes Plásticas por la UDLA, ha organizado una curaduría colectiva que explora el paisaje como introspección-reflexión, poética de la experiencia. A través del recuerdo y la memoria, la intersección icónica de lo humano con la naturaleza, y la ironía tecnológica se develan espacios visuales por donde la conciencia del arte despliega mundos de fantasía, horror, afectos e ilusiones que conducen la experiencia del individuo en la sociedad presente. Gustavo convoca entre los 11 autores a una variedad de medios expresivos como instalación y video, además de la fotografía que prevalece como recurso excepcional de procedimiento visual para construir el concepto de lo imaginario como paisaje en la exposición "Remedios y Rumores. Delatores del paisaje" en la Casa del Caballero Águila (4 Oriente no.1, San Pedro Cholula) -en el Zócalo de Cholula- que permanece hasta el 28 de Octubre (de jueves a martes desde 9 a 15 horas).
Claudia Cuevas "Hitos de la campiña"
El paisaje como género autónomo dentro de la Pintura registra una existencia corta. La atención exclusiva al mismo se fue fundiendo con la propia esencia de su realización pictórica. Precisamente, bajo mi experiencia en la Escuela de Bellas Artes, fueron los problemas de luz y sombra, color, perspectiva, trazo, significación y concepto más apropiadamente captados a través de la clase de paisaje que en otras materias cuando un talentoso docente supo dirigirlas. El propio involucramiento en la operación pictórica del paisaje condujo hacia la sustancia abstracta de la representación, facilitando la construcción de un lenguaje personalizado expresivo.

Justamente, ahondando en este mismo tema del trasfondo abstracto de la representación del paisaje, en estas fechas (hasta el 13 de Enero, 2008) se muestra en Madrid, en la Fundación Juan March, "Del paisaje romántico al expresionismo abstracto", una amplia exposición sobre paisaje que patentiza el argumento de Robert Rosenblum vertido en su libro "La pintura moderna y la tradición del romanticismo nórdico" donde sustenta que los románticos produjeron un tipo de paisaje que acabaría
Carl Blechen "Cielo nuboso con luna" 1823
desembocando en el expresionismo abstracto americano. Una línea itinerante con la que se perciben los paralelismos que abocan en el manejo abstracto de composiciones gestadas como paisajes.
José Luis Cortés "Bosque"
El tratamiento del paisaje, convertido en género pictórico en siglos recientes, ha condensado las tendencias visuales de la cultura, patentizando las inclinaciones ideológicas de las diferentes épocas. El mismo término "paisaje", deslizado al uso común, refleja la influencia ejercida por el arte en la percepción de la realidad. En el pasado no se apuntaba hacia la contemplación de la belleza de un paisaje (demarcada área de escena de la naturaleza) como una activa contemplación admirada que evocaba las vistas encuadradas por la realización pictórica y más tarde fotográfica. La representación del paisaje estaba ineludiblemente ligada a la representación de la figura humana; no era concebible la pintura sin escenas concretas de motivo histórico, mitológico o religioso. El paisaje exento, por sí mismo, no era objeto de la pintura en el pasado.

Para después, a finales del siglo XVIII, el paisaje fue ganando autonomía revistiéndose de las características de la creación romántica que se perfilaban con la carga de lo absoluto sublime y el pesimismo del individuo romántico. El sujeto romántico, en la modernidad, se abre a un mundo plural y cambiante, que induce la conformación de un "yo" que sólo se reconoce en la transformación y la diferencia, y que resulta precursor del nihilismo posmodernista que determina la comprensión estética de la realidad: los paisajes de la postmodernidad.
Nicolás Branca

¿Qué ha pasado con el paisaje como objeto de la pintura? El paisaje en la pintura, como construcción de vistas de la naturaleza, disminuyó en importancia creativa y distinción autónoma fundiéndose con la representación genérica donde el sujeto autor de la pintura, con sus emociones, vivencias y prejuicios pasa a ser el objeto de la misma.
Luis Calvo y Alejandro Osorio "Lo bonito de los encuentros"
Este es el principio que se destila en las piezas expuestas de una pequeña muestra seleccionada entre artistas derivados o formados en Puebla: un paisaje apartado de la mera contemplación de la naturaleza, y con la que el individuo se fusiona, en la que el individuo se inserta como territorio que recorrer; naturaleza y entorno que sirven para desplegar el mundo interior de encuentros y memorias. Desde los ensueños y fantasías en la obra de Claudia Cuevas y la de Marie-France Desdier hasta el sublime mural de un bosque de José Luis Cortés. La desintegración y fragmentación de la experiencia es compendiada a través de diversas obras como las fotografías de Nicolás Branca de varios sujetos aparentemente desparramados en partes corporales en un bosque. Igualmente la toma de dos pies desnudos de Mónica Castillo establece en la diferencia y división el propósito de su discurso plástico: dos pies de diferentes personas caminando sobre un terreno natural.

Múltiples vistas enmarcadas aparecen dispuestas en la pared con un fondo de papel tapiz, organización decorativa construida de encuentros con los detalles de la naturaleza en la obra de Luis Calvo/Alejandro Osorio que conservan a través de las pequeñas fotos retazos de momentos memorables. Una acumulación distinta representa la memoria de viaje a Italia del colectivo Metapong: Isaac reproduce en el año 2004 la experiencia del viaje que percibe a través de las fotos que Leonardo tomó en 2002. Se presentan ambas en dos paneles contraponiendo su similitud que alcanza a encontrar individuos similares. Un viaje convertido en réplica y exploración de la individualidad..

Oscar Hernaín Bravo enlaza el paisaje con el panorama urbano esbozando mensajes sociales a través de su obra. La fotografía "De pies y manos" deja ver la imagen de un mendigo que atado de pies y manos, que él mismo envolvería
Colectivo Metapong
con una cuerda, permanece como objeto de contemplación ante las miradas de los transeúntes, símbolo de la pobreza ramplante en nuestro México popular.
Mónica Castillo "Tableu Vivant I"
El desplazamiento desde el panorama exterior al espectáculo interior, territorio de nosotros mismos que esconde un espacio a explorar, la vuelta completa al círculo conceptual del paisaje, y en donde el hombre aislado se convierte en su propio objeto usando el entendimiento y la conciencia y que empuja la exaltación del sujeto, anulando todo lo exterior: Nihilismo radical. Juan Pablo Macías ahonda en la problemática de la representación internándose e interviniendo digitalmente en el mundo de los recuerdos fotográficos del álbum familiar suprimiendo parte de las figuras en "Desplazamientos cartográficos afectivos".

Marcelino G. Barsi, reproduce en un clásico óleo sobre lienzo el aspecto de una pantalla plana de televisor de 19": una obra con la que se concluye el itinerario museográfico y que hace pensar sobre el mundo dominado por el "paisaje" que surge de los monitores, los cuales subyugan la atención y mediatizan el conocimiento de la realidad actual condicionando la actitud visual de la cultura, una cultura construida sobre la existencia del monitor como verdad, que alienta aún más la actitud nihilista que
Juan Pablo Macías "Desplazamientos cartográficos afectivos"
Nietzsche preconizaba y que el paisaje revela.
Marcelino G. Barsi Televisión 19"
Publicado el 7 de Octubre de 2007