Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (1)

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

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Juan Antonio Criado. S/T. Escultura en bronce
Un día, hace veinticinco años, me encontraba en Madrid en el estudio de Juan Antonio Criado, compañero de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, y me mostró un dibujo con marcadores de color -que no era suyo- con la cifrada idea de suscitar un debate sobre la consideración de esta obra como arte.

Juan Antonio era un escultor de habilidad y talento incomparable, con una obra evocadora de la concepción creativa de Auguste Rodin. Su conocimiento de la anatomía humana –no en vano abandonó la carrera de medicina para perseguir su desarrollo en el arte- le permitía junto al dominio matérico y gráfico crear un discurso de figuras donde exaltaba el goce de la coincidencia figurativa con el modelo, creaba el autoengaño escultórico donde la realidad del volumen se hace premisa de verdad, y utilizaba la parquedad del medio potenciando la expresión de la obra en la fluctuación lumínica de la superficie, aparentemente inacabada con los vestigios del tratamiento del modelado sobre barro. Emulaba, tanto como admiraba, el genio de Rodin, y desdeñaba los planteamientos abstractos o conceptuales como medio expresivo. Su calificación promedio en la carrera fue de 10 y sobresaliendo con honores, con lo que defendía su posición ideológica como artista creador valorado, legitimado y apreciado desdeñando otros acercamientos expresivos alejados de esa aspiración de realismo y expresión figurativa.
El dibujo que me mostraba, y que quería enjuiciara con el anhelo que lo desdeñara, aparentaba con sus brillantes colores y estilo ingenuo ser de un niño. De inmediato advertí quien era el autor pues había contactado con él tiempo atrás y su perceptible estilo era reconocible, además de que sus circunstancias resultaban difíciles de olvidar, aunque Juan Antonio desconocía que yo sabía de él.

El dibujo era obra de Manuel Aragón, cariñosamente conocido como Manuelo; no era un artista convencional. Afectado y limitado desde niño en su motricidad por convulsiones y contracciones musculares de tipo espástico causadas por una anomalía del cerebelo, se dedicaba a realizar imágenes con marcador sobre papel por ser el único medio con el que podía desenvolverse. La articulación de sus palabras era entrecortada y tartamuda, aparentando cierto retraso mental, pero sus procesos de pensamiento no estaban afectados en absoluto. Pero, el constante movimiento y descontrol de sus miembros no le brindaba posibilidad para el desarrollo de una vida común, y menos para una realización artística usual cuando estaba impedido de realizar un trazo regular, y su apariencia llegaba a

J. Antonio Criado. S/T. Escultura bronce
resultar entre vergonzosa y patética. Debía trabajar con inmensa dificultad aferrando con su mano izquierda su propio brazo derecho, atrayéndolo hacia sí para mantener un mínimo control del
incesante temblor de su articulación. No podía ni trazar en la parte superior de la hoja teniendo el cuerpo contraído para detener sus movimientos. Para realizar la parte superior debía invertir el trabajo, y así poder completar el dibujo al revés. A pesar de todo, realizaba imágenes donde destacaba el colorido y la forma desenvuelta, espontánea, con el énfasis puesto en la descripción peculiar de escenas cotidianas y paisajes. Su espacio bidimensional se llenaba de manchas, puntos y trazos superpuestos componiendo una producción destacable y singular.
Carlos Cuenca. Marcador sobre papel. Colección NAEMI
Eran encomiables la tenacidad y el aferro a la vida de Manuelo en esas duras condiciones. Sobrevivía con la ayuda de sus familiares que le adaptaron un garaje en su casa de la ciudad Villanueva de la Cañada, en la provincia de Madrid. Cuando le conocí ya se encontraba dentro de sus cincuenta. Nada lo detenía en su agitado caminar que, andando sin muletas, tenía que ir golpeando de pared en pared para alcanzar su objetivo. Se integraba sin reparo en un partido de fútbol como portero ante la incredulidad de los participantes en el juego. Toda su vida fue así, sin auto-limitación. Fue la sociedad la que le impuso las restricciones. Quizás, en su mundo de punteados colores, líneas quebradas y densas atmósferas de trazos gráficos que conformaban paisajes inusuales se desenvolvía con la libertad de movimiento añorada. Hace unos diez años supe de su fallecimiento natural.
Aquella polémica originada por ese dibujo que Juan Antonio Criado me presentaba tan sólo reafirmaría nuestra posición contrapuesta acerca del valor de la técnica y la expresión en el arte a través de la corporeización figurativa o la abstracción. Juan Antonio provenía de un nivel socio-económico envidiable: Era bien parecido y atractivo para las mujeres. Destacaba en las artes marciales desde que compartí con él entrenamiento y competiciones de Karate. Su inteligencia, extroversión y habilidad, además de su producción artística, forjaban una figura con talento que ya auguraba una brillante carrera artística con las exposiciones iniciales y los viajes a New York en 1984. Todo un personaje colmado de características que cualquiera deseábamos, excepto por la fragilidad emocional por la que un día, en 1985, por desencantos amorosos, depresión, acción narcisista, le llevaría a acabar con su vida.
Juan Antonio Criado. S/T. Escultura en bronce
Estas dos figuras de artistas muestran el valor y la tenacidad completamente opuestos en su visión de la vida y la realidad. Quien todo tenía y prometía desde su capacidad artística, sucumbe engullido
por la emoción y la depresión que le roba el deseo de vivir. Y aquel otro, en el que las condiciones vitales fueron absolutamente adversas, persiste con su situación creando a pesar de los obstáculos y trabas, que no se limitaban solamente a los componentes físicos. Su producción artística, transcurriendo las décadas finales del siglo XX, nunca fue considerada y él mismo como artista, no encajaba en las figuras creativas que se extienden en la institución del arte liderada por los museos, críticos, revistas, curadores y el creciente, en ese tiempo, mercado del arte.

El dibujo en cuestión que revelaba las características estilísticas de la obra de Manuelo contenía muchos de los elementos destacables y generalizados en las obras de "Outsider Art". Una directa inmediatez en la ejecución de la imagen como predominio de un impulso por plasmar una impresión mental, un destello de ideas que necesitaba ver, pensar visualmente. Esta directa impronta es mejor transmitida con materiales de fácil manejo que no requieren de elaboración superpuesta de capas, y si se utilizan materiales de mayor complejidad se recurre a la aplicación directa del mismo.

Juan Antonio Criado. S/T. Escultura en bronce
Otro de los elementos señalables en esas obras es la construcción de una alucinatoria narración visual sostenida sobre un espacio de representación no euclidiano, con perspectivas cargadas de simbolización y jerarquía emocional. Igualmente, en las obras predomina una composición carente de foco de atención o estructura regular estable, es forjada a base de añadidos progresivos de áreas yuxtapuestas que no obedecen a una estructura general, sino al interés puntual por resolver el diálogo narrativo.
José Moreno. Acuarela sobre papel. Colección NAEMI
Las condiciones actuales del arte marginal, este arte denominado "Outsider art" que engloba tanto la producción de artistas con un palpable desequilibrio mental y a otros produciendo imágenes dentro de hospitales psiquiátricos, muchos autodidactas o personajes que se apartan de las convenciones sociales han cambiado y se transforma en una práctica artística que evidencia la condición posmoderna desvelando el sentido de élite y naturaleza de la práctica del arte revelada en la diversidad y la diferencia cultural impulsando el mercado y consumo del arte. El "Outsider art" se presenta como alternativa de auténtica actividad estética innata en el ser humano, "Homo Aestheticus", y que la neurociencia, la nueva biología de la mente, comienza por comprender como fenómeno de realización/apreciación artística desde las raíces biológicas del arte, y que el nuevo campo de "Estudios Visuales" deberá integrar como producción visual significativa. Una reflexión epistemológica que dilucide y sistematice conceptos del "Outsider Art", junto al análisis de una selección de obras de NAEMI (Nacional Art Exhibitions by Mentally Ill) desde las características del proceso creativo confirmará cómo estas prácticas visuales pueden considerarse fundación de todo arte expresivo.

Continuación...

Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (2)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (3)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (4)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (5)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (6)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (7)
Outsider... deconstruyendo el arte desde fuera (y 8)
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Publicado el 3 de Septiembre de 2006