Museo de Arte Público en Tlalpan, México D.F.

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

La publicación en un periódico Danés de unas viñetas representando a Mahoma originó una reacción intolerante y violenta por parte del extremismo islamita que desencadenó, inclusive, un gran número de muertes. El poder de la representación trasciende la lógica o la estética provocando la reflexión sobre cómo la población general es afectada por la imagen. El ámbito de la imagen desbordó desde hace mucho tiempo el espacio del arte ampliándose su producción al público común, modificándose los mecanismos de difusión que alcanzan hasta la vida cotidiana del individuo, y convirtiéndose el video en el nuevo paradigma. En esta época de globalización sustentada en una nueva economía y en la tecnología de comunicación, el poder del arte visual se expande y se acrecienta. La simbolización y el significado de las imágenes adquieren un poder inusitado.
Salón de los Aztecas, en el Parque de las Vizcaínas, Mexico DF. 2004
El uso y la función de la imagen en el pasado estaban estrechamente ligados a la acción de inducir en el espectador una respuesta, desde las figuras de cera y máscaras funerarias a las ilustraciones religiosas, anuncios y carteles. Todo ello, junto al efecto de la imagen actual, conduce a afirmar que las imágenes están dotadas con cualidades y poderes que parecen trascender lo cotidiano. Ya en 1989, David Freedberg, en su libro "El poder de las imágenes" aventuraba la idea de que "hay que acabar con la prolongada distinción entre objetos que producen determinadas respuestas debido a supuestos poderes 'religiosos' o 'mágicos' y objetos que supuestamente tienen funciones puramente estéticas".
Jeanett Chávez , seleccionada en MUPACT desde CUBA
Existen múltiples ejemplos en esta época del efecto intensificado de la imagen. Las imágenes se cargan de sentidos que inflaman el pensamiento. Las representaciones religiosas con sus intolerancias abarcan desde el fundamentalismo católico al musulmán. Pero no finaliza ahí, pues en una sociedad predominantemente visual, determinada por la imagen, el valor y el individuo son manipulados por la misma imagen y el objeto. Los efectos de la imagen se rastrean palpablemente en la dimensión de lo popular que, al contrario de la dimensión del arte elevado (High Art), sus impresiones no se suprimen o enmascaran, advirtiéndose todo el potencial de su poder. Los museos y las galerías han encumbrado la operación de la imagen, y las estructuras de poder de la sociedad se han aprovechado de su capacidad de influencia. La imagen es un campo de batalla, y las posturas extremas se revelan en su actuar. El arte es utilizado como instrumento de poder, y los museos y galerías participan en su desenvolvimiento.
El museo abandona el arquetipo de celoso guardián del pasado para transformarse en dinámico elemento de la conjugación cultural, muy en línea con el movimiento de las galerías. La evolución de las prácticas culturales renueva el discurso museográfico pues, abandonados los viejos mecanismos en los que se sustentaba la sociedad (desde la familia a la economía) se estimulan dispositivos de reconocimiento de la cultura visual a través de la moda, la publicidad, el consumo y la música. Inclusive, el perfil del director de museo se distancia del trasfondo intelectual anterior imponiéndose el de su visión mercadotécnico y financiero. El impulso cobrado por las magnas exposiciones itinerantes que reúnen selecciones de varios museos responde también a esta dinámica relacional y de consumo turístico. Así mismo, la reconversión del espacio del museo desde un ambiente conservador a la estética de "centro de compras" revela igualmente esta misma situación: Convergencia de tienda, café, librería y salas educativas.
Paul Litherland en una calle de Montreal, Canadá
Colectivo Pánico en una calle de México D.F.
El capitalismo industrial ejerció sobre el objeto una mutación convirtiéndolo en mercancía exaltándose su aspecto estético. Esta estetización generalizada de la mercancía incrementa el valor simbólico del objeto sobre el valor de cambio y se acrecienta el potencial, asimismo, de identificación, la pertenencia a un grupo social y su distinción dentro de él a través de esos objetos. En este sentido, el museo también cambia como espacio designado para el debate cultural y emprende la ampliación de las expresiones culturales que ya no se limita a las obras consideradas comúnmente artísticas. El diseño toma un auge importante como actitud estética abarcando desde la motocicleta, como se mostró en el Museo Guggenheim, a los trajes de Giorgio Armani, la exposición de la cultura rap del "Hip-Hop" en el "Brooklyn Museum" de Nueva York hasta la exposición "Boutique" del Museo Carrillo Gil en México que explora las posibilidades y los límites de la moda, iniciativas que inconformaron a los que opinan que esto transgrede la integridad del museo y desvaloriza las obras de arte.
Finalmente, el auténtico artista quiere desmarcarse de estas maniobras y orienta su actuación hacia la exploración del arte público. Dirige su construcción significativa a la intervención en los espacios públicos e impulsa su discurso a situaciones que impulsan la reflexión e incrementan la concienciación pública sobre el entorno de la imagen y su manipulación. El artista confronta la idea del museo como recinto cerrado cuando se compromete con una de las tendencias pujantes entre las estrategias actuales del arte: El arte público. Esta actitud creativa se centra en la intervención de espacios comunitarios como parques y jardines o calles y banquetas y en lugares visuales como las fachadas de edificios o espectaculares.
Obra del Colectivo Enjambre
en la Calzada Tlalpan y Avd. San Fernando.
Museo Público de Arte Contemporáneo de Tlalpan. Febrero 2006
Georgia Toussaint seleccionada desde Canadá en el MUPACT con un display de imágenes realizadas por los niños del centro de readaptación de Tlalpan. Febrero 2006
Entre las propuestas más interesantes y serias, pioneras en el modo como se establece como institución en México con sede intangible, se encuentra la que impulsa un artista, insistente como ninguno, Antonio Ortiz Gritón (antonio-grit@yahoo.com) y la asociación de artistas "El Puente" que aúna los esfuerzos para crear el Museo Público de Arte Contemporáneo de Tlalpan (MUPACT) (mupact@yahoo.com.mx) que inauguró sus primeras intervenciones en el espacio urbano de la delegación de Tlalpan en México DF el Viernes 17 de Febrero con una convocatoria propuesta sobre el tema de "identidad" desde la que fueron seleccionados 18 proyectos de varios artistas (Víctor Sulser, Georgina Toussaint, Benjamín López,...) y colectivos mexicanos (Pánico, 119, Enjambre), además de varias propuestas de artistas extranjeros: Manuel Ruz de España, Jeannette Chávez de Cuba, Karen Trask y Paul Litherland de Canadá y Rosa Cruz de Puerto Rico. Este revolucionario museo tiene como espacio de exhibición, en una primera fase, el centro histórico de la delegación de Tlalpan comprendido entre las calles de Insurgentes, Tlalpan y San Fernando. El MUPACT contará con un módulo en el jardín central de Tlalpan, donde el espectador podrá recoger un folleto con la ubicación de las obras.
Esta propuesta museística se sitúa en la renovación artística planteada desde otros colectivos como "La Quiñonera" "Temístocles" o la "galería Kurimanzutto" y como el "grupo Suma" que utilizaba las calles en la línea de lo que empujó el "Salón de los Aztecas" en 1985. La iniciativa actual de difundir estas obras de arte público entre los paseantes y habitantes de este rincón de México DF, impulsará la reflexión sobre diversas problemáticas sociales y filosóficas actuales.
Manuel Ruz seleccionado desde España en el MUPACT
con una instalación en un árbol de Tlalpan. Febrero 2006
Las obras se articulan en el tejido urbano haciendo del paisaje cotidiano un encuentro diferente y reflexivo como resulta con los textos escritos del "Colectivo enjambre" en el pavimento del cruce de peatones donde evidencian la dinámica de etiquetar a las personas alimentando la discriminación, en las que todos estamos involucrados. En las ramas de un árbol anidan, como si fueran las propias hojas, páginas de libros que hablan sobre México, en la obra del español Manuel Ruz. Involucrando al transeúnte, el "Colectivo 119" realiza "Idem Corp" una mampara con texturas y colores que el espectador puede alterar intercambiando el orden y su disposición con los que el colectivo advertirá los signos plásticos de un esquema de identidad. Y, además, la psicóloga social Jazmín Lagarda ahondará en las reacciones con una encuesta entre los espectadores que transitan por este intangible Museo.
Colectivo 119 en el MUPACTcon "Idem Corp" "pintura hiperformática" en Tlalpan. Febrero 2006
Este esfuerzo de recuperación de la experiencia cultural y de conquista de espacios de exposición que protagoniza el MUPACT responde a la nueva dinámica de difusión de la imagen que se expande, como José L. Brea afirma, con una "desjerarquización radical de los espacios, la suspensión de asignaciones y privilegios del museístico frente a lo cotidiano, frente al del mundo de vida". Creo que es la consecuencia del crecimiento de la imagen como agente social que impregna y se ensambla indistinta con el entorno; Una imagen creada desde el compromiso ético del artista convencido del poder de la misma. MUPACT es un museo que opera con la imagen desde su capacidad de movilizar conductas y percepciones a través de las prácticas de producción simbólica que circulan en las experiencias de arte público engarzadas con lo cotidiano y distanciadas de las simples propuestas formalistas.
Rosa Cruz seleccionada desde Puerto Rico en el MUPACT
con una instalación de espejo en Tlalpan. Febrero 2006
Publicado el 25 de Febrero de 2006