ARCO ´05, pARTE de la política

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

"No mires" obra expuesta en ARCO´05
La feria de ARCO se sustenta desde el impulso al mercado del arte que desde los actores involucrados constatan ser una mejor inversión que los valores bursátiles. Se reivindica el excelente momento actual para invertir en arte enfocándolo como un porfolio financiero diversificado tanto en técnicas como etapas históricas para -como apunta un reporte de prensa entregado en ARCO- al mismo tiempo "disfrutar de la estética como valor añadido a cada pieza" ¡!
Alexander Kosolapov. Artista soviético en la primera galería de arte rusa.
El ánimo mercantilista se extiende y las estrategias de mercado plantean las formas de "coleccionar lo antes incoleccionable", como se titulaba una mesa redonda en el III Foro Internacional de Expertos en Arte Contemporáneo que tuvo lugar durante la celebración de ARCO´05. Una enorme cantidad de temas abordados en múltiples mesas sincrónicas que abarcaban desde la crítica de arte, enseñanza, curaduría, bienales, revistas, coleccionismo, arte en la red... etc. Imposible atender todo lo que sucedía.
Obra interactiva en ARCO´05 proyectando preguntas ambivalentes sobre el muro y solicitando respuesta afirmativa o negativa.
El Foro era el espacio discursivo de ARCO, el lugar para la palabra y la política. Lejos simplemente de ser la política la actuación partidista del gobierno de la ciudad o el estado..., la política se halla inmersa en todas las esferas de la vida y no podía aparecer tampoco alejada del arte. Precisamente una de las mesas del III Foro de Humanidades celebrado la pasada semana en la UDLA versaba sobre "Redefinir lo político en el arte" y la que próximamente comentaré. El objetivo de la política se presenta como la mezcla de "acuerdo no forzoso con un desacuerdo tolerante".
Mesa "La Ciudad de México en el Arte de los 90" en el Foro de ARCO
México como país invitado, tuvo para su situación un espacio de diálogo bajo el título "México. Puntos de origen y perspectivas" con cuatro mesas organizadas y moderadas por Pablo Helguera, artista y jefe de programación educativa en el Museo Guggenheim de Nueva York, que sin escamotear la confrontación de ideas puso en juego a elementos opuestos para nutrir la discusión. Esta disposición de ideas confrontadas llevó la última mesa "La ciudad de México en el arte de los 90" al señalamiento crítico demoledor por parte de José Luis Barrios y Cuauhtémoc Medina contra el libro "Tendencias en el arte de los Noventa en México" escrito por Rubén Gallo. Absortos quedaron los asistentes que aspiraban enterarse de la dinámica artística del DF y tuvieron que contemplar un triste espectáculo (reconocido por el propio C. Medina) de debate localista. Lo que pudo ser una disputa amena de ideas sobre el arte reciente de México se convirtió en señalar a Rubén Gallo sus errores metodológicos abordando la compleja problemática del arte de los Noventa. Según Barrios y Medina -de aguda educación epistemológica, estructural, filosófica e histórica- Gallo forzaba, entre otras cosas, la mirada hacia esas expresiones artísticas para ser leídas bajo los apartados planteados como "orientalismo, voyeurismo, urbanismo,..." A fin de cuentas, esa fue la tarea que se les encomendó: Leer y criticar su libro. Lo lamentable consistió que ello se transformara en una sesión de objeciones de método utilizado que, siendo ciertas, tampoco pudieron ser rebatidas adecuadamente por el autor presente más allá de un: "No reconozco en el libro que comentas el que yo he escrito".
Mesa "Arte Mexicano de los Ochenta" en el Foro de ARCO
Otra mesa de discusión -que no lo fue tal- trató el "Arte mexicano de lo Ochenta en ambos lados del Rio Bravo: Neomexicanismo o neo-comercialismo" con Edward J. Sullivan, Mónica Castillo y J. Miguel González. Hay una reticencia actual a celebrar el neomexicanismo, término que acuñó esa búsqueda de la definición de la mejicaneidad en la expansión del mercado en los Ochenta por parte de las instituciones gubernamentales mexicanas, que difundieron aquellos artistas que utilizaban las simbologías e iconografías populares. Cuando el mercado internacional artístico alcanzó la saturación en los Noventa, el estado mexicano dejó de insuflar el dinero al mercado nacional. Surge entonces una nueva búsqueda de renovación del discurso cultural, la apropiación del estilo internacional con un neomanierismo conceptual identificado en esta mesa redonda como un "pos-neomexicanismo". Éste desplazó la pintura y enfatizó el uso de las exposiciones como afirmación económica y visibilidad internacional. (Alberto López Cuenca realizó una acertada síntesis de este proceso, la cual fue publicada por Revista de Occidente en ARCO, "El desarraigo como virtud: México y la deslocalización del arte en los años 90"
Mesa "Arte y Crítica de Arte" en el Foro de ARCO
Con gran asistencia de público, aunque ausentes los mexicanos, la crítica de arte tuvo una sola mesa moderada con efectividad por Norman Rosenthal, director de exposiciones en la Royal Academy of Arts en Londres, y en la que se encontraban Ana M. Guasch, de Barcelona, Adrian Searle de Londres y Marc Spiegler de Zurich. Se abordó la función de la crítica desde la diferenciación del periodismo de arte al que se adherían varios de los escritores participantes. Ana M. Guash delimitaba una crítica que sirva de mediadora entre la obra y el espectador, sin dejar de señalar la crisis de la crítica y el cambio de perfil en la figura del crítico en esta megaindustria del arte, que se manifiesta en el internacionalismo monopolizador dominado desde los centros de poder como museos, coleccionistas, galerías y ferias. La conversación resultó amena en un intercambio de respuestas con perspectivas irónicas, aunque carentes realmente de estructuras teóricas. Incluso, la admirada por sus libros de arte contemporáneo, Ana M.Guasch se percibía derrocada cuando no pudo hacer uso de su ponencia redactada y fue impulsada por el moderador a improvisar contestaciones que revelaban una superficialidad de planteamientos desconectada de las sutiles alternativas sociológicas y artísticas que surgen en el análisis del panorama del arte. El resto parecían escritores que hacían de su ingenio de composición literaria una mezcla de periodismo cultural con la sensibilidad necesaria en la apreciación de las artes plásticas.
Numero de la revista LAPIZ publicado coincidiendo con ARCO, sobre la crítica de arte
Al menos, la indagación de una verdadera crítica en ARCO´05 tuvo su retribución con el ejemplar de la revista LAPIZ publicado con motivo de la Feria como número especial doble (210/211) abordando los presupuestos filosóficos y teóricos de la crítica de arte incluyendo a once destacados escritores con extensos artículos. Los intereses que dañan la labor del crítico son producto de esa confusión con la actividad curatorial que mediatiza su opinión en el esfuerzo por no ofender, ser aceptado por la Institución-Arte y utilizar su acción como promoción del artista. Junto a esto, se encuentran los advenedizos escritores que encumbran las figuras por su propio interés comercial, los que llaman crítica a la simple descripción o transcripción de la nota de prensa, los que sometidos a la lógica del mercado se devanan en prosa literaria adornando la creación plástica sin ninguna aportación. Ello conduce al rechazo crónico del crítico como sujeto válido e influyente en el espacio público.
"No debo acostarme con papá" expuesto en ARCO´05
Desde aquí, y a partir de la experiencia de ARCO, y puntualizando sobre el ámbito local de Puebla que se extiende a toda la creación mexicana, hago una defensa de la crítica y de su función en el momento actual, alabando esa crítica que censura sin remilgos lo que considera que no tiene valía artística. El crítico no debe evitar la polémica suscitada por su percepción desarrollada, y sustentada teóricamente, sobre lo que es la creación artística.
"No pude gritar" expuesto en ARCO´05
Un ámbito de opinión de crítica abierta en las artes estimula sostener argumentos coherentes que impulsen el diálogo y la política como esa mezcla, a la que aludía al comienzo, de "acuerdo no forzoso con un desacuerdo tolerante" a través de la palabra. Una convivencia del relativismo artístico con la emisión de juicios de valor, que ha de generar la apertura de pensamiento hacia las nuevas realidades que la propia evolución orienta al ser humano.