"Los cuatro fantásticos", mitología de valores artísticos

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales
Perla Montelongo Video instalación "Foto no copia"
Una libertad explorando la narrativa se difunde en el arte. Matthew Barney inventó para su serie de películas "Cremaster" un universo de metáforas corporales -proyecto de nueve años expuesto recientemente en Colonia, París y Nueva York-. Barney introduce un nuevo repertorio de materiales maleables y sintéticos mezclados con piedra y cristal fomentando un estado de asombro en el espectador. Barney es resaltado por Michael Kimmelman, crítico del New York Times, sino como el más importante artista estadounidense de su generación, el artista más persuasivo y ricamente imaginativo surgido en años. A través de las 5 películas con las esculturas e instalaciones empleadas en su realización, Barney se vuelca como personaje destilándose a sí mismo desde la enigmática narrativa de una red de ideas, mezclando elementos pornográficos dentro de un ambiente inmaculado, alternando brutalidad y delicadeza tamizado por un tono cómico. Los sentidos humanos son puestos en acción de modo háptico encerrando al espectador en una metafórica complicidad con la acción que se desarrolla.
Matthew Barney "Cremaster"
Una muestra de cuatro artistas poblanos "Los cuatro fantásticos" en la sala B de la Galería de Arte Contemporáneo y Diseño (12 Norte 607. El Alto. Puebla), abierta hasta el 30 de Mayo, evoca las futurísticas ambivalencias, fantasías tecnológicas, de Mattew Barney. Detrás del relato "Los otros cinco mandriles y la mole" trascrito en la entrada de la muestra existe un trasfondo revelador. Esa narración, fábula mítica contemporánea representa la oposición a la racionalización de la imagen del mundo hurgando con figuras, héroes de relatos fantásticos, en los sentidos humanos: La mujer de fuego (Perla Montelongo) con su angustia bidimensional apela la vista, la mujer invisible (Claudia Cuevas) con la inhalación del polen deriva hacia el olfato, el hombre elástico (Gustavo Ramírez) en el planeta Peluchetrón se desenvuelve en el tacto, y La mole (Aurora Berlanga) despliega la vida artificial en concierto tecnológico invocando el oído. Una mitología de héroes que desata los valores artísticos a través de los sentidos humanos.
Perla Montelongo. Video "Foto no copia"
Si bien el significado de mito proviene de "proclamar", en su evolución fue oponiéndose a su acepción de "razón" dentro de la cultura griega adquiriendo posteriormente el sentido peyorativo de discurso ficticio. La elección de una mitología heroica por parte de estos artistas atestigua la permanencia del mito en la cultura contemporánea, al tiempo que indica la necesidad de una salida en los planteamientos del arte. El mito persiste porque donde hay hombre hay necesidad de liberación, y el héroe funciona como un mito, mito específicamente moral.
Perla Montelongo. Video "Gestos"
En la imagen del héroe, el mito adquiere sustento ético. Señala Fernando Savater que el individuo contemporáneo encarna el proyecto ético en tal forma que adquiere su simbolización más satisfactoria en la clásica imagen del héroe. Todas las tradiciones sitúan en el núcleo de la figura del héroe la fuerza. Y también la ética busca ante todo la fuerza entendida como el "aliento para vivir la mejor posibilidad de lo humano". Ser fuerte significa ser intrépido y generoso, no temer la destrucción física, no retroceder ante lo que debe y puede ser hecho, no someterse a lo que le es extraño, no ensalzarse con la humillación del otro. Según Savater, "Héroe es quien logra ejemplificar con su acción la virtud como fuerza y excelencia".
Perla Montelongo, cámara en mano
La elección del trabajo de estos artistas centrándose en las figuras de héroes no es una elección cargada de frivolidad cómica. Escoger esos símbolos permite una lectura de esos mitos dirigida hacia una dimensión ética de acción del arte. Mientras para unos, el héroe es un elemento fanfarrón y arrogante y para otros, una idolatría infantil añorando la imagen paternal fuerte y protectora, estos artistas recurren al héroe en una doble faceta: Representa el camino mitológico de recuperación de ideales en una forma simbólica, y por otro condensan en éste la fuerza y la ética, valores ejemplares que propugna un empuje al arte como acción vital.
Perla Montelongo. De la serie "Desdoblados"
Perla Montelongo es una inquieta estudiante de Artes Plásticas de la UDLA y ha destacado claramente por sus posturas en la revisión de la representación a través de videos y performances. Asumiendo su papel de "La mujer de fuego" volatiliza la tercera dimensión creando una video-instalación "Foto no copia" donde todos los elementos cotidianos de su entorno se han convertido en piezas bidimensionales. Desde las zapatillas, pasando por el ropero, hasta la computadora y el teléfono. Su mundo virtual es un desplazamiento visual por la ilusa irrealidad. En otra pieza interactiva varias imágenes de objetos electrónicos son ofrecidas sobre una mesa al espectador para su recorte. Y en otro video aparece un personaje devanándose frente a la cámara en gestos faciales. Perla muestra una nítida inclinación hacia el ilusionismo visual, la representación y el simbolismo como pautas de reconocimiento de las características propias de objetos y personas.
Gustavo Ramirez. "Dos cabezas piensan... mejor que una?"
Una pareja ya graduada de la UDLA, que en ocasiones ha presentado su trabajo en conjunto, se enfilan como "La mujer invisible", Claudia Cuevas, ausente (o invisible) en la inauguración y "El hombre elástico", Gustavo Ramírez con el que perviven recuerdos de la delicadeza de la infancia a través de los muñecos de peluche desde su planeta Peluchetrón. Estos objetos, dispuestos en varias formas convocan imágenes tiernas pero al mismo tiempo críticas del ser humano sublimando el sentido del tacto. Son cuatro figuras que aparecen colgadas, sobre el muro o en pedestales. A través de la textura de estos muñecos y su colocación articula críticas al pensamiento exacerbando la inocencia.
Claudia Cuevas. "Eden Perdido"
Claudia Cuevas siguiendo su perfil cándido, pero comprometido, y con sus investigaciones espaciales desparrama desde el centro de la sala módulos plásticos en forma de flor embebidas de una fragancia. Esta pieza "Edén perdido", sin grandes anhelos coordina, sin embargo, a todas las demás en su entorno. Estos candorosos recortes de flor, esparcidos por el suelo alrededor de la columna central, proveen un anclaje visual a toda la museografía e interrogan al llegar con su planteamiento al visitante.
Aurora Berlanga. "Vidartificial"
Aurora Berlanga, diseñadora de profesión, ofrece, adjudicándose el papel de La Mole, desde una forzada narración textual una presentación de arte de sonido bajo el título "Vidartificial". Interesante utilización de los objetos desde su dimensión sonora que sitúa en un ambiente lúgubre. El tic-tac de cuatro relojes, el ruido de la televisión sintonizada en un canal vacío, el flujo de un calentador y un emisor sonoro de flash crean un ambiente de concierto sonoro contrapuesto emulando esa vida artificial de aparatos que acompañan al ser humano diariamente. El uso de un tubo flexible de luz rodeando la base de los pedestales contribuye a la iluminación tenua anaranjada, pero desplaza el término visual de la instalación y resulta una combinación un tanto gratuita que desmerece del propósito sonoro.
Gustavo Ramirez. "Oso, moñito y sombrero"
El fantasioso recurso a estos personajes míticos, como expresión de una emoción, revela una inclinación por una propuesta artística de compromiso, alejada de lo comerciable removiendo nuevos planteamientos: Una reivindicación de la ética de comportamiento con valores artístico-éticos condensados en la fuerza. Los cuatro fantásticos llegan al auxilio de los artistas insistentes en la falacia de la producción pseudo-cultural de objetos estéticos que satisfacen una demanda burguesa de elite decorativa. Una buena muestra de artistas, de perfil muy contrapuesto al predominante con la exposición "Ruta 10" que por una semana compartió su tiempo en la Galería de Arte Contemporáneo y Diseño.