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Joy Laville, Galicia y Sulayez, Metamorfosis sensorial
Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales
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Joy Laville "Mujer viendo una casa" Acrílico sobre tela
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En estos días, dos exposiciones ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre el acercamiento del arte y el artista a la naturaleza. La pintura de Joy Laville en la Casa del Caballero del Águila (4 Oriente no.1. San Pedro Cholula) promovida por la UDLA y abierta hasta el 4 de Marzo, y la exposición dual "Cristálida" de Beatriz Galicia y Sulayez en el Museo José Quessada (2 Sur 909, Centro Histórico. Puebla) abierta hasta el 19 de Marzo.
No concuerdan dentro de un tipo de arte que cuestione o desafíe renovando las estrategias plásticas actuales, más bien utilizan estrategias narrativas conocidas. Joy Laville que lleva en Mexico desde 1956, no ha cambiado mucho su estilo desde hace años, ella misma lo reconoce. Se trata de artistas formados en línea autodidacta comprometida y constante en su creación. Constituyen dos generaciones distantes por varias décadas. Su arte se forja apartado de estéticas imperantes ahondando en su humanidad y su situación ante la naturaleza y la vida con los materiales plásticos. A través de los textos en la presentación de las muestras se afirma esta rehabilitación de la estética de la naturaleza. Stephen Volmer remarca sobre la obra de Joy Laville: ..."en estos espacios balancea la presencia humana con la naturaleza". Y en el texto introductorio de Cristálida "Hacer realidad el milagro de hermanar a los hombres con la naturaleza".
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Joy Laville "Mujer en perfil" Grabado en papel
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Las actitudes plásticas empleadas por estas dos exposiciones son contrapuestas utilizando tácticas de figuración expresionista-colorista en Joy Laville doblegando la forma a la emoción interior, y matérico-gestual acentuando la abstracción en Cristálida por Beatriz Galicia y Sulayez -que plantean una propuesta conjunta-. Pero, al mismo tiempo, ambas exposiciones comparten la acción en su construcción artística de una metamorfosis sensorial de la energía de la vida. Unen el sentir de la naturaleza, la emoción humana y la acción de pintar en un arte integrado a la naturaleza que Beatriz y Sulayez denominan "Ecosistema plástico".
Sostiene Adorno en "Teoría estética" que el discurso de la relación estética del individuo con la naturaleza había sido desdeñado desde mediados del siglo XIX con Shelling y Hegel propiciando una estética preocupada exclusivamente sobre las obras de arte que implícitamente son opuestas en su creación a la naturaleza. Pero hay un pensamiento, como también afirma, en el que la naturaleza se percibe como la manifestación de belleza y no como un objeto sobre el que actuar. Así, es necesario contemplar las reflexiones sobre la belleza natural como parte inalienable de una teoría sociológica del arte.
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Joy Laville "Cliff" Pintada a mano sobre litografía sobre papel |
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El sujeto experimenta el mundo moderno tecnificado como algo opresivo y se vuelve hacia el goce estético de la naturaleza. Desde los Sesenta se asiste a un periodo de rehabilitación del aprecio estético de la naturaleza con la conciencia de crisis ecológica y la teoría de Adorno en los Setenta. En los Ochenta apareció la "Estética ecológica" de Gernot Böhme postulando una filosofía sensible con el medioambiente. Y a principio de los Noventa la "Estética ética" de Martin Seel que reivindica una concepción de vida ética solidaria con una estética de la naturaleza. |
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Joy Laville "Playa" Acrílico sobre tela
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Además, una vuelta a la belleza reivindicada por la reflexión filosófica y anotada en la práctica del arte actual coincide con esta rehabilitación de una apreciación estética de la naturaleza. Joy Laville ofrece en sus pinturas la interiorización de la belleza de la naturaleza y el ser humano. Es una interpretación calmada y serena como la que su propia personalidad refleja. Un hablar lento, de sonrisa amable, corta en palabras, con una femineidad arropadora entrada en años pero de chispa ardiente captando y observando simbolizaciones en su entorno. Sus obras contienen una ironía en su simplicidad. Al titular los cuadros con frases redundantes del relato de la propia imagen como "Mujer viendo una casa", "Mujer acostada en sofá y barco" o "Mujer con flores y alguien mirando por una ventana naranja" dirige al espectador a desprenderse de cualquier simbolismo adyacente y confrontarse con la esencia misma que esa figura de mujer, ese campo grisáceo, esas montañas verdes, esos cielos amoratados son: Expresiones de un sentir humano integrado con la inmensidad de la naturaleza. Experiencia del concepto de lo bello que, según Gadamer, participa del hecho que no puede cuestionarse por qué gusta, y que la artista misma tampoco llega a razonar. Y es que su obra gusta sin más. Esto se reconoce en la aprobación generalizada de la obra de Joy Laville. |
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Sulayez "Árbol ni del bien, ni del mal"
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En su obra abunda la serigrafía, o la pintura acrílica pintada sobre la misma serigrafía. Recurre a una táctica clásica de vibración de la pincelada de color sobre sus capas dispuestas de oscuro a claro, y a una estructuración plana de la composición. Su obra emana una luminosidad armoniosa de tonos pastel al trabajar a menudo en colores análogos contrapuestos con tonos quebrados complementarios. En esto radica esa serenidad al balancear las imágenes humanas con el ambiente, subyugando la forma humana al requerimiento plástico. Las superficies de color de las figuras no se superponen contra el fondo transmitiendo ese espíritu de tranquilidad y armonía característico de su obra. |
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Beatriz Galicia "Visión cristalina de un sueño en la mente o atrapasueños"
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Una tendencia diferente domina en las creaciones de Beatriz Galicia y Sulayez (Antonio Ruiz). Desarrollan un sustento poético en la articulación narrativa de su discurso plástico. La metáfora de la luz descomponiéndose y destellando en miles de cristales marca el concepto de "Cristálida": El cristal y la luz. Buscan conscientemente transformar la imagen bidimensional en un microcosmos. Y lo consiguen. Hay un aura que se expande por el espacio del Museo Quessada (malamente acondicionado como galería) y que sin ser uniforme se identifica como unidad. Destacan sus últimas obras donde acuarelas y tintas se desparraman con el azar controlado sobre papel fotográfico. El medio utilizado resulta congruente con la filosofía que lo sostiene. Se dejan llevar por las sensaciones y la ensoñación utópica en el esfuerzo de integrar el arte con la naturaleza. La conjunción de los estilos de su producción está planteado como diálogo abierto donde a veces sus estilos se asimilan mutuamente, u otras se distancian como fuerzas internas de ese macrocosmos resultante de la interacción de las piezas modulares en las que ambos trabajan. |
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Sulayez "Cristalino" Tinta y cochinilla sobre papel fotográfico
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En ocasiones sus lenguajes parecen fundirse, pero mantienen su identidad. Beatriz impulsa una materialidad más consistente y centrada en unidades fragmentarias, dispersas en sus polípticos aunque encauzadas hacia una totalidad. En las obras de Sulayez se aprecia un talante más conjuntado en soportes y fluidez de las superficies. Elementos separados pero estrechamente dependientes como tensores de la expresión. Las piezas actúan más como retículas por donde corre la luz materializada por la transparencia de tintas y acuarelas. |
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Beatriz Galicia "Visiones o fragmentos de una vida que pasa" oleo cera emulsión sobre madera
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Realizan su obra por separado que desde hace años han venido exponiendo juntos. No es exactamente una muestra de simple yuxtaposición de la obra sino, una actitud conjunta, una sola colectividad artística. Este impulso es notorio en épocas de crisis como la que atraviesa la sociedad contemporánea. Fue importante en la utópica década de los Sesenta, donde también, precisamente, apareció la atención a la estética de la naturaleza, y es relevante en la actualidad surgiendo de nuevo con grupos de jóvenes mayormente adolescentes en ciudades fuera de Nueva York y que con Sulayez y Beatriz Galicia se observa en Puebla. Creo que siguen su instinto acertadamente y dan los pasos correctos, tanteando planteamientos quizás convencionales que van asimilando y les induce hacia caminos de aportaciones definitivas en la expresión plástica poblana. |
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Sulayez "Cambio y permanencia" Acrílico y tinta sobre madera
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Exposiciones que, aunque no abran capítulos de innovaciones o aportaciones artísticas, son muestra de algunos aspectos de la inquieta y multiforme actualidad plástica con la rehabilitación de la apreciación estética de la naturaleza y la creación colectiva. |
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