ARTE VÁLIDO Y ARTE INVÁLIDO. Conformación en el arte actual de un criterio crítico basado en la ética.

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Barbara Kruger. Instalación en Galería Mary Boone, New York. 1991
Los discursos artísticos se han expandido y la noción de calidad se confunde con la noción de validez. ¿Es un arte de calidad válido para la situación contemporánea histórica? ¿Qué función le resta al arte en la situación actual? ¿Es posible para el arte asumir un rol en el cambio de paradigma hacia el que la humanidad se acerca? La transición vertiginosa de la imagen, su desarraigo, en la cultura actual provoca que el arte se desmorone en su esencia de objeto fijo abriéndose al ámbito indiferenciado de lo visual-cotidiano y al flujo de información visual. La situación de "impasse" que vive la reflexión filosófica e histórica, junto a ese predominio de la imagen en la actualidad, que en la disciplina visual se denomina "imagosfera", impulsa la práctica del arte auténtico a buscar una fundamentación en la significación ética de su actuar. En esto texto se presentan sintéticamente las ideas generatrices de una teoría para diferenciar un arte válido de un arte inválido.
Mariana Dellekamp. "Barbie" 1999
El arte estuvo relegado durante las últimas décadas a una posición elitista desconectado de la gente común, "ensimismado". Hoy se debate entre su práctica y su función visual-significativa en la sociedad. Los procesos autotélicos del arte en las vanguardias fueron deconstruidos por la crítica postmodernista a la representación. La pérdida del aura en la obra de arte, anticipada por Walter Benjamín y favorecida por la aparición de la fotografía, el diseño industrial y la publicidad han expandido los límites del arte. La aparición del "net.art" impulsa aún más el pensamiento del arte como entidad inmaterial, transformándose en estrategias de significado.
Oscar Sánchez. "Sergio y Luis" 1999
Con la aparición del lema "Todo vale", que resumía la estética de los Ochenta, los sistemas de valoración de una obra de arte quedaron en entredicho. Al abandonar la utopía modernista, la fragmentación de las estéticas contemporáneas disipa la posibilidad de una estructura coherente para abordar el "desorden estético" actual. El arte se encuentra ahora entre su des-función social y la facultad de una actuación influyente, que las nuevas tecnologías de comunicación proporcionan.
Ernesto Cortés "Monólogo" en Laalvaca, 2001
Los conceptos filosóficos del postmodernismo, impregnados de nihilismo, impulsan un relativismo sobre la realidad. La certeza del proyecto modernista y la idea de progreso desaparecieron y con ello se fracturaba la posibilidad de abordar la realidad o la verdad como tales. Para el Postmodernismo, la realidad se compone de los discursos acerca de ella y con ese relativismo, la Historia y la Filosofía alcanzaron una situación de "impasse". En estos momentos se busca una salida al atolladero intelectual propugnando una nueva teoría congruente con los cambios existenciales de la humanidad que nos rescate de la pesadilla del Postmodernismo. Un cambio de perspectiva se advierte en el pensamiento actual. El movimiento interdisciplinario, "Realismo Crítico", que surge recientemente, apunta hacia un nuevo paradigma dejando atrás los fallos del postmodernismo que declaró el proyecto modernista acabado. El "Realismo Crítico" enfatiza la búsqueda de la verdad objetiva. La ciencia no debe ser considerada como otro mito o visión de la realidad y debe examinar la realidad última basada en la física cuántica y en el avance de la nanotecnología imbricada con la biología y la electrónica.
Gustavo Ramirez "Retrato de familia" 1999
En este panorama, la práctica artística no queda anulada sino, al contrario, potenciada hacia una renovada función alejada del paradigma arte-mercancía-objeto que la sostiene desde la expansión universal del capitalismo que empujó al artista al mercado en siglos pasados. Nuevas corrientes procuran liberar al arte de su sujeción mercantil.
Shelley Cook y Pancho López Performance "Miel y leche" 2001
En este marco se establecerá la codificación necesaria para distinguir, como denomino, un arte válido de un arte inválido. Un arte válido, comprometido con la nueva realidad social y tecnológica global, debe responder como detonador de nuevos significados, planteamientos y reconsideración de la realidad: Arte como filosofía, arte como etnografía, arte como documento-denuncia, arte como fenómeno colectivo. Un arte será inválido si sólo responde a criterios enraizados en una etapa histórica anterior, preocupado en estéticas formales sometido por objetivos de mercado y de lujo. Un arte que aunque de cualidad estética, no alcanzará a ser arte válido. Para clarificar esta diferenciación entre arte válido y arte inválido se plantea la estructura de una obra de arte desde un esquema triádico apoyado en tres conceptos: CONSUMO - BELLEZA - ETICA.
Enrique Jezik "Estructura y violencia" 2002
En la actualidad, el dominio de la imagen en la cultura propugna una recuperación de la belleza que, como concepto, recupera su carácter de juicio de valor del entorno general, y del arte en particular. La filosofía del arte y los artistas recuperan la belleza regresando, incluso, marcada de rasgos tradicionales. El interés por la Belleza es un cambio de la anterior inclinación por lo Sublime imperante en lo postmoderno. Esta idea de Belleza en el presente proviene en parte de un aspecto de la teoría de Kant: La belleza es una propiedad contextual profundamente conectada con creencias y actitudes morales del sujeto. Esta belleza, hoy, aparece enlazada profundamente con un sentido ético en el arte.
"Construccción medusal" con papel de baño sobre entrada de aire en metro del centro de Madrid. Agosto 2002
La significación ética funcionará como herramienta conceptual, elemento diferenciador en un esquema triádico: En la medida que el componente ético es impulsado en la práctica del arte, aliándose con la belleza y alejándose del consumismo, se potencia el concepto de ARTE VÁLIDO. Sin embargo, cuando el componente ético es disminuido y los valores consumistas se exacerban, inclusive sobre la dimensión de la belleza, se fragua el concepto de ARTE INVÁLIDO.
Minerva Cuevas Logotipo de "Mejor Vida Corporation"
Frente al proceso de estetización dominante en esta época, al arte le resta una función crítica sociopolítica no delimitada por la imagen que es completamente absorbida por el proceso del capitalismo avanzado. El arte no debe ser asimilado por la industria del entretenimiento o decoración consumista, sino contribuir a una intensificación consciente de nuevos modos de experiencia actuando como resorte crítico de las estructuras de vida cotidiana.
Antonio Ortíz, El Gritón. "Paisaje Actual"
La actuación ética del arte es inducida desde el mismo comportamiento del arte como filosofía que empuja a una reflexión más profunda y crítica sobre los fundamentos de la vida y la persona, de la acción política y la sociedad. La ética vinculada a la estética consistirá en ese conjunto de reglas de actuación tendentes a impulsar los valores humanos y las actitudes solidarias. El arte ha de contribuir a construir una sociedad que se aparte de la situación que la globalización del capitalismo dominante actual empujó a las personas y las culturas. El arte debe impulsar una sociedad sustentada no sólo en el avance de la tecnología y los conocimientos científicos sino, sobre todo, en actitudes solidarias, principios y valores humanos.
Herón Hernández Performance en Pulque para dos. 2003
El arte ha de recuperar su función crítica fundamentándose en una relación transitiva con la significación ética distanciándose del componente comercial que amenaza la integridad de un proyecto ético universal que será la clave diferenciadora de un ARTE VALIDO de un ARTE INVALIDO.
Ramón Almela "SexShop" 2003