8º Salón Independiente de Arte Erótico

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Raul Jordán
El impulso sexual se encuentra arraigado en todos los aspectos de la vida humana. De una manera u otra, desde las relaciones, las costumbres, la imaginería, todas las dimensiones de la sociedad humana se construyen sobre la regulación del impulso sexual, el proceso de acercamiento erótico, la simbolización o la sublimación de esta pulsión esencial. Así, la comida se ha contagiado de estas sugerencias sexuales atribuyendo desde antiguo un efecto libidinoso a ciertos alimentos. Desde los tiempos de la Grecia clásica se denominó con el nombre de la diosa del amor, Afrodita, a los alimentos que conocidos como afrodisíacos, los cuales pueden ser clasificados en dos grupos: Los psicofisiológicos por semejanza física a los genitales o por su simbolismo de semilla o semen, y los internos, como las recetas de comida o pociones de amor, a los que se les imputan efectos de excitación sexual.
Marco Ragás
No importa si la reputación de los efectos libidinosos de los afrodisíacos en el ser humano es real, o sólo son atribuciones del folklore. El arte ha asumido la representación de esa mirada sobre los alimentos y está presente en muchas creaciones. El 8º Salón de Arte Erótico se centró esta vez sobre el tema "De la cama a la cocina", celebrándose el día 6 de Diciembre, 2003 la muestra colectiva de pequeño formato de 41 artistas de Puebla y la reunión festiva, exclusiva por invitación, en el espacio de la Galería de Arte Contemporáneo y Diseño (12 Norte 607, Barrio El Alto), teniéndose oportunidad por primera ocasión al día siguiente de visitar libremente la muestra en un recinto oficial.
Elizabeth Castro/Javier González. "No importa anchura ni largura, sino el tiempo que dura dura"
Una exposición de este tipo se inserta apropiadamente en el flujo de la imagen en la cultura actual. La representación en la cultura está dominada por una actitud vertiginosa y en donde el diseño y la publicidad propugnan códigos y ritmos, que se alejan de una visión estática y estable. Esta exposición anual activa la creación desde diversas propuestas estilísticas y se disponen al público a bajo precio. Las ideas fluyen, se intercambian, se enredan y construyen nuevos significados. La asistencia al evento fue numerosa, existiendo en esta ocasión un incentivo interesante: La comida ofrecida estuvo realizada por los propios artistas y estuvo enmarcada en el contexto erótico. Formas, sabores y olores culinarios afrodisíacos aparecieron sobre la mesa central para el deguste de los convidados al festejo. Una muestra paralela de arte efímero con el sello de cada uno de los artistas.
Ramón Almela "Moet & Chandón"
Por otro lado, un aspecto atrayente de esta muestra es la oportunidad que ofrece para intensificar los modos de experiencia del público. Traer la imaginería sexual de modo explícito impulsando los valores eróticos a través de la sensibilidad artística, contribuye a abrir los espacios mentales de la gente. Sería un remate excelente a la labor de la Secretaría de Cultura en este sexenio el que la próxima convocatoria de esta exposición se extienda por un tiempo mayor para el público en general. Ya ha supuesto una incomodidad moral en ciertos sectores que se encontraban tranquilos mientras esta actividad se realizara bien atrincherada y escondida en exclusividad. Sin embargo, el arte no debe quedar aislado, sino empujar la vida y el pensamiento a través de la experiencia estética.
Enrique Bermúdez
Pero hay que elevar el nivel de lo mostrado, aunque de todos modos, hay que celebrar la calidad general. La confluencia disciplinar de lo digital con la fotografía, lo tridimensional con el objeto encontrado y la interferencia entre pintura y texto predominaba en las obras más interesantes presentadas. La temática se desarrolló entre la comida extendida, confundida con el cuerpo, frutas que asumen la realidad del coito y la manipulación genital, lo subliminal de la referencia sexual en las presentaciones publicitarias y comerciales, la bebida incitante, la cremosidad de la sensualidad carnosa y el humor pícaro y excitante en la ambigüedad semántica de las figuras.
Héctor Ruiz
Predominó una calidad definitiva en la forma estética empleada en las obras, aunque las referencias literales a los genitales fueron muy empleadas en forma tanto bidimensional como tridimensional, cayendo en una reiteración que se aleja de lo erótico limitándose a la presentación metafórico-sexual de lo comestible. Excesiva genitalidad, radicando equivocadamente lo erótico, que es percepción y acción inteligente mental-sensible, en el simple despliegue de los órganos sexuales.
Angeles Mulero
Advierto, además, una despreocupación por parte de algunos reconocidos artistas en la realización de la obra; No prestan a este Salón Erótico suficiente atención. Participan con una o cuatro piezas pequeñas para estar ahí, sin entregar más que el tiempo suficiente de componer algo que ajuste con lo erótico con la más liviana actitud. No hay envolvimiento real con el tema o riesgo propositivo que deshaga sus propios esquemas creativos ya conformados.
Kena Enriquez
El Salón Erótico puede convertirse en una plataforma creativa sensacional si los artistas participantes se involucran con dedicación y apertura creativo-dinámica. El Salón llegaría a ser un campo de experimentación activo y actual de intenciones y ensayos arriesgados, convergencia de la imagen y el arte en la sociedad poblana. Una reunión de artistas inmersos en un diálogo visual debe encararse como reto a su propio quehacer, nada conformista. Es la ocasión para intentar expresiones alejadas de los sistemas acostumbrados por los mismos artistas, sin temor a fracasar. Tiene que resultar en retroalimentación activa y festiva confrontada con las obras de los demás artistas.
Teresa Alvarez
Está en manos de los organizadores el solicitar de los participantes mayor entusiasmo con una curaduría activa desde meses antes para lograr una acción influyente, no sólo en el ámbito de la trasgresión con la iconografía erótica, sino con la provocación de planteamientos significativos y artísticos. Desde aquí, quiero reconocer el esfuerzo altruista que los componentes del comité organizador realizan a lo largo del tiempo que lleva dar forma a esta muestra, desde su catálogo hasta los detalles museográficos y del evento: Kena Enríquez, Ángela Arziniaga, Tere Álvarez, Claudia Romero, Enrique Bermúdez, Everardo Rivera, Héctor Ruiz y Eva Suárez.
Robert Smith
Después de surgir como evento independiente con carácter de festejo privado, el Salón de Arte Erótico se consolida como esperado escaparate de arte actual, mostrando la dinámica creativa del arte poblano. Cada nuevo tema seleccionado es un reto fresco para los artistas que participan, y que favorece la propia renovación de sus ideas en la medida que se comprometen con él. Esperemos que más de los próximos integrantes del Salón se involucren de verdad con ese mismo entusiasmo que es evidente en gran parte de los participantes de este último Salón.