Traslaciones España-México, estética plástico-sensual

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Antonio López "La Gran Vía"
México y España. Una relación tortuosa desde los siglos XVI y XVII con la expansión imperialista católica dominando la cultura existente intentando aniquilarla. La actual cultura mexicana es fruto del mestizaje entre la española y la indígena. El proceso de integración llevaría a México a convertirse en cruce de caminos entre Europa y el lejano Oriente, además de representar un puente entre América del Norte y el área de Iberoamérica. Con la independencia de México en el siglo XIX, los vínculos entre España y México atravesaron altibajos políticos aunque la población mantuviera contactos e influencias. México y España rompieron relaciones diplomáticas debido a la Guerra Civil Española y el ascenso del Franquismo hasta que se restablecieron en 1977 con la restauración democrática.
José Luis Cuevas "Cabeza n. 2"
La exposición "Traslaciones España-México, pintura y escultura, 1977-2002" celebra los últimos 25 años de intercambio cultural e intelectual entre los dos países. Se expone hasta Septiembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y desde Noviembre a Enero de 2003 será instalada en el Palacio Postal de México D.F. No se pretende una exploración concienzuda, sino el festejo común del restablecimiento de relaciones ahondando en el terreno compartido del arte en este periodo de 25 años. La intención, según el propio comisario de la muestra ha sido la de exponer "la diversidad múltiple y la riqueza común" del panorama artístico y no la de "mostrar absolutos imposibles de confirmar" o descubrir autores minoritarios al público. Se han seleccionado 26 artistas proponiendo recrear similitudes y diferencias entre la obra de cada uno de los 13 destacados en cada uno de los dos países abarcando tres grandes grupos generacionales.
Antonio Saura "Gran Crucifixión"
La exposición muestra el arte mexicano desde la generación de la ruptura que es poco conocida en España aunque Rufino Tamayo es ya un nombre que comienza a asentarse junto al de Francisco Toledo y Gabriel Orozco entre los contemporáneos. El muralismo mexicano con sus afamados autores como Siqueiros, Diego Rivera u Orozco es el único periodo atendido suficientemente en la Historia del Arte en España. Inclusive, toda la Historia del Arte prehispánico que la arqueología va desvelando ha sido más bien encubierta que difundida. Retazos de una actitud de desquite colonizador. Otros países europeos han dedicado más seguimiento y atención al folclore y al arte Maya-Azteca antes que España, involucrada en la conquista y colonización de esos territorios. Pero esta exposición abarca otra etapa de influencias que en México integra a participantes de la generación de la ruptura como José Luis Cuevas y Manuel Felguerez o en la vanguardia española al grupo El Paso, de 1957, con Antoni Tápies y Antonio Saura.
Eduardo Chillida "Lotura XIII"
Nombres españoles como Miró, Tápies, Antonio López y Miquel Barceló son conocidos en la escena artística mexicana, y autores como Chillida, fallecido hace poco, y Palazuelo empiezan a difundirse actualmente y no han llegado al impacto que tienen en España. De la escena actual, J.M. Broto, Juan Muñoz y Cristina Iglesias tan sólo serán conocidos por los muy involucrados en el terreno internacional del arte y especialmente de Europa. Los nombres de mexicanos como Gironella, Juan Soriano, Vicente Rojo, Julio Galán, Leonora Carrington o Gabriel Orozco son, aparte de los ya establecidos, bien conocidos en México. El curador español Miguel Cervantes se inclinó a elegir seis artistas españoles de la generación de los Sesenta contra cuatro mexicanos. Percepciones influidas por su atención propia de lo español delatando un desigual conocimiento de la realidad mexicana. La modernidad con su despliegue de ismos destaca en la muestra. El arte de España y México participa invariablemente de esa dinámica: Pop, Surrealismo, Hiperrealismo, Formalismos... y en todos se pone de relieve el peso de las particularidades regionales.
Antoni Tápies. "Tierra y paja"
La exposición establece un diálogo intenso y a menudo contrapuesto entre las diferentes individualidades. La disposición museográfica de esta apretada exposición intenta resaltar las similitudes y las diferencias. En la primera sala, los insoslayables Miró y Tápies articulan una conversación visual con Tamayo y Toledo respectivamente. Surrealismo y materia afirmando mutuamente desde su origen la rotundidad de lo español y la mística natural de lo mexicano. Los dos grupos de obras se encuentran flanqueados por las esculturas de Chillida y Juan Soriano -de quien acertadamente sólo muestra obra escultórica- que subrayan las mismas profundas raíces de sus culturas. En una sala contigua grandes lienzos del bestiario fantástico de José Luis Cuevas confrontan los implacables seres de intensa pincelada sobre fondos planos de Antonio Saura.
Francisco Toledo "Conejo"
La exhibición prosigue en otro piso con salas contiguas en un tono desigual y menos afortunado o provocador enfatizando las influencias o traslaciones, según se vea, pues aquí tenemos a Vicente Rojo, exiliado de la Guerra Civil, o a Alberto Gironella, inseparable con el surrealismo de Luis Buñuel. Los geometrismos de Gunther Gerzso, Felguérez, Vicente Rojo y el español Palazuelo se contraponen a piezas no bien elegidas- del expresionismo orgánico de Luis Gordillo. La oposición o desatinada similaridad de las obras de Antonio López y Leonora Carrington, que se encuentran situados en una sala, no contribuyen a la lectura adecuada de sus obras, o tan sólo a la errónea interpretación de sus estrategias. La fantasía y la libre asociación une las piezas de Gironella, Julio Galán y Eduardo Arroyo generando una inmersión positiva en la obra de Rocío Maldonado, también situada con estos últimos, afirmándose como una prometedora figura en el panorama mexicano.
Julio Galán. "Retrato de Elizabeth"
La crítica cultural que el postmodernismo estableció con la revitalización de la pintura y la ironía se aborda con un mayor número de artistas españoles: Miquel Barceló y José Manuel Broto entre los exponentes de la pintura son buenos ejemplos. Las esculturas de raigambre arquitectónica de Juan Muñoz, recientemente fallecido, van adquiriendo sólida reputación internacional apareciendo aquí como breves destellos de su profunda interpretación existencial. Las piezas de Gabriel Orozco representan el punto de interludio conceptual en este recorrido desequilibradamente inclinado a una estética plástico-sensual.
Miquel Barcelo "GAO"
En una última habitación, el enorme tríptico de Boris Viskin no hace adecuada justicia a sus obras. Otra selección reflejaría mejor sus contribuciones. Lo que es peor, situadas frente a las inquietantes piezas de Frederic Amat pierde su intensidad melancólica y abstracta. Oposición de la que sale beneficiada en la misma sala la tridimensión de Cristina Iglesias, necesaria referencia en la escultura actual internacional.
Rufino Tamayo "Dos Mujeres"
Una interesante exposición, aunque limitada en esta preferencia por la pintura y la escultura a algunos aspectos dejando de lado importantes corrientes recientes en los que tanto México como España, como laboratorio conjunto de la trama globalizadora, han estado realizando aportaciones. Las últimas décadas en arte han supuesto una reconsideración de sus planteamientos y creo que resulta una actitud arcaica examinar el arte limitándose a estos dos géneros. La índole de esta conmemoración requeriría una acertada exploración sociológico-artística a la que el arte plástico desde su potencial clarificador iluminaría los influjos y avatares atravesados por las dos naciones. Pero en fin, cada cual es libre de celebrar su aniversario de plata como bien le parezca y todos los demás que asistimos a disfrutar lo que nos ofrecen.