Magali Lara/Lulú Galindo, elección e intencion pictórica

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Magali Lara "Café" Oleo sobre tela. 120x150 cm 2001
En la galería ENTRE ESTUDIO & GALERÍA (41 Poniente y 23 Sur. Ex Hacienda La Noria. Puebla) expone Magali Lara, "Café" y en las Galerías del Palacio Municipal (Pasaje del Ayuntamiento. Centro Histórico Puebla) se encuentra Lulú Galindo con pinturas y fotografías. Las dos muestras inciden en el universo de la "práctica femenina" del arte. Se ha extendido el número de mujeres artistas en el panorama del arte. Y aunque se puede hablar de ese aumento, no todas las obras responden a un feminismo en las artes, o conciencia de hacer arte desde una perspectiva crítica de la situación sociológica e histórica de la mujer, en un replanteamiento de género y de las relaciones entre lo femenino y masculino. Estas dos muestras aunque no pueden emplazarse de lleno en esta actitud apuntan en su modo particular hacia alguno de esos temas actuales.

Y con las dos, la pintura, que tantas veces se arrincona en el panorama creativo en pos de la dinámica búsqueda de novedad plástica, experimenta una vez más un impulso aunque sus obras no aporten cambios, ciertamente, a los discursos formales pictóricos. La estrategia pictórica sigue siendo componer una imagen con elementos gráficos.
Magali Lara "Familia" Oleo sobre tela. 120x150 cm 2001
En la actualidad la renovación en la pintura proviene de la exploración en nuevos materiales, en la yuxtaposición de disciplinas paralelas, desde el dibujo y la fotografía a la conjunción escultórica pasando por el uso de tecnologías digitales que después se integran con los materiales tradicionales. Además, contribuciones en otro orden de la disciplina pictórica se cifran en la disposición de los contenidos y su forma correlacionada, la contextualización del mensaje conceptual vertido en forma pictórica.

No van por aquí las aportaciones de las dos exposiciones de mujeres artistas que trato. En sus trabajos, la pintura es utilizada como actividad auto-narrativa para atrapar sucesos y experiencias en diálogo con los materiales y soportes. Incluso subyacen ciertos esquemas clásicos en sus propuestas. No hay que extrañarlo. Esta es una de las facetas del momento posmoderno actual con la recuperación y entremezclamiento histórico.
Magali Lara "Café 7 pm" Café y lápiz sobre papel 79x108 cm 2000
Magali Lara se detiene en un espacio íntimo sensual. El relato gráfico de Magali Lara evoca sensaciones en una dimensión aterciopelada, en conexión con la piel, la textura, la superficie. Con Magali Lara la pintura es reducida al puro gesto de extensión de la materia pictórica. El lienzo recobra su presencia, el soporte toma el protagonismo primigenio pues sobre éste se produce la narración dejando entrever los vacíos, los silencios que significan en su discurso tanto como la materia de color.

Al contemplar un trabajo de Magali Lara la vista es captada por el trepidante gesto matérico que evoca la realidad constructiva de la obra, su génesis. Existe una evidente elección no meditada, totalmente sentida, en la disposición de las manchas. Una elección de espacio y armonía selecta de los colores que intervienen. En ese juego claro de intervención entre línea y mancha se revela el pensamiento visual de Kandinsky, donde la obra de 1912 "Primera acuarela abstracta" queda suscitada en cierto modo. Magali Lara dialoga entre el espíritu de Kandinsky (Desde las manchas a la clásica composición) y la actitud de Jackson Pollock (desde el dripping a lo instintivo) alcanzando su espacio de identidad. Identidad que se define en la delicadeza a pesar de la apariencia ruda y brava de su decir.
Magali Lara "No pude contestar" Oleo sobre tela 180x250 cm 2001
Sus impulsivos trazos son de carácter ondulado. En esta serie de trabajos se centra en el café, quizás en la tertulia que acompaña. Para ello utiliza como referente las tazas, platos y cucharas que adquieren en este discurso plástico una dinámica espacial. Las cucharas navegan hacia la taza, las jarras de café y leche hablan de una familia. Actúan como elementos de auto exploración sexual femenina. Se transpira sensualidad y un natural erotismo a través de esas formas simbólicas de las cucharas y las tazas.
Lulú Galindo "Cubo" Oleo sobre madera 120x 120 cm
Con Lulú Galindo aparece una situación diferente de comportamiento en la gramática pictórica. La pintura es utilizada en un ferviente impulso por comunicar desde una figuración simbólica cargada de significados. No puede substraerse a la construcción figurada de los sentimientos y emociones. Lulú vive en sus obras, se vuelca en el lienzo, habla de sí misma, de sus emociones, sus vivencias. No es difícil conectar con la obra.
Lulú Galindo "Casita de muñecas" Oleo sobre madera 76x94 cm
Lulú no teoriza ni destaca en la elaboración artesana de la pintura. Para ella la pintura es intención e impulso personal. Está ahí para construir con ella una imagen. Las imágenes nos alcanzan por su simplicidad e incluso ingenuidad. Sus obras rozan el límite con ese tipo de obras que tratando de pintar y realizadas con deseo, pero sin técnica, fracasan estrepitosamente. Puede advertirse analizando sus pinturas un conocimiento simple de los procesos pictóricos, valoración del color y claroscuro, disposición de la materia pictórica, que la podría condicionar en la elaboración representativa. Pero, sin embargo, estas condiciones son superadas por la fuerte intención comunicadora que hace doblegar esas limitaciones formales.
Lulú Galindo "La esfera" Oleo sobre lienzo. 60 cm diámetro
En Lulú Galindo se condensan una de las particularidades más destacadas de la actitud posmoderna: La multiplicidad y variedad. El artista se encuentra libre de jugar con cualquier disciplina y combinarlas en apropiación de sistemas y estilos artísticos. A través de su obra se advierte una clara intención, aún incipiente, por desbordar los límites de las disciplinas en las que se envuelve. La pintura se convierte objeto y pictotridimensión en sus trabajos donde el soporte es domesticado bajo la forma que desea expresar. La fotografía se carga de narración femenina, aun muy deudora del modelaje profesional. En toda su obra se transpira la ejecución decidida proveniente de su profesión de diseñadora gráfica. Queda ver cómo inserta en sus obras sus habilidades musicales de la que es una entregada intérprete al piano.