Esfuerzo idiosincrásico por la identidad:

Enrique Muñoz y Alejandra González

Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales

Enrique Muñoz. "Pincel vacío" 12x19 cm
Idiosincrasia es la manera característica de ser de una persona. El arte si de algo sirve es como afirmación. El autor se afianza en la construcción artística reforzándose en sus diferencias. La diferencia ha marcado el modo de ser postmoderno. Es la respuesta del individuo frente a una sociedad decadente y desilusionada. Crear los propios esquemas que lo distinguen y salvaguarden de la homogeneidad manteniendo el verdadero sentido de uno mismo. Para el artista, la creación, la realización de la obra consiste generalmente envolverse en su propia definición como persona frente a la sociedad. En cada obra se afirma a sí mismo. ¿Pero ante quién? ¿Cómo se afirma?

Siendo impulsado a encajar en los moldes de la sociedad, normalmente se produce en el artista un denodado esfuerzo por desasirse de las ataduras y cánones establecidos planteando su propia realidad. El artista se construye desde la obra. Es la intransitividad en la operación artística: Ese movimiento vital hacia la pieza revierte hacia el autor.
Enrique Muñoz. "Hombre Feliz" 39x58 cm
Desde sus inicios suceden etapas en el artista en las que se revela un proceso de búsqueda de identidad que en esta era postmoderna es promovido a su máxima manifestación: la identidad idiosincrásica. Descubrir las características que nos definen e identifican como individuos con raíces y vivencias que nos hace diferentes aparece como la consideración más destacada.

Dos espacios en Puebla atienden al artista empeñado en su incipiente exploración personal. La Casa de Cultura ( 5 Oriente 5. Centro Histórico) inicia en una pequeña sala colindante a la Biblioteca Palafoxiana un espacio dedicado a artistas debatiéndose en esta inquietud inicial. Enrique Muñoz expone una serie de pinturas sobre papel amate con el nombre "Segmentos de papel" que son retazos e instantes de su vida que abarcan su estancia en Puebla y en la que ahora es su residencia en Suiza.
Alejandra González. "El corcel de Javier" 120x90 cm. año 2000
El proverbio: "Bendito aquel que logra dar a sus hijos alas y raíces" ajusta de manera peculiar en Enrique Muñoz. Tiene sus raíces bien situadas como él mismo expresa: "...las lecciones bien aprendidas en los libros mexicanos y de las conversaciones con aquellas personas hacedoras del amatl que habitan San Pablito Pahuatlán." Y extiende sus alas que le llevan a conocer las raíces de otros semejantes aprendiendo de ellos sin abandonar su idiosincrasia mejicana. Lleva consigo la tradición milenaria del papel amate hasta los rincones suizos.

En sus obras utiliza el papel amate como soporte aprovechando la sinuosidad del relieve del plano del papel que cubre de pintura. Estructura homogeneizada de zonas yuxtapuestas de color análogo sirve de forma figurativa con la que relata episodios y anécdotas de su transcurrir vital. Con estas formas de color armonizado en planos contorneados evoca estilos modernistas entre futurista, cubista y constructivista. Pero, en un número escaso de trabajos se adentra realmente en la riqueza misma del papel. Lucha contra ella superponiéndose con una armonía sencilla de paleta limitada. Sólo en la obra "Crónica de Chiapas" vibra una riqueza de colorido que hace a la obra destacar sobre el resto. No es sólo por su formato, que es inusualmente alargado en forma horizontal de gran extensión (0.23 x 3.95 metros), sino por la estructura temática de narración de figuras en torno a un altar de calaveras donde el rojo y verde perfilados deja entrever al fondo el color y textura del propio papel. Además, la porción de papel compuesta de una retícula de papel con su color originario añadida a un lado extremo del formato abre un cúmulo de posibilidades que creo tan sólo llega a entrever sin sacar provecho de ellas.
Alejandra González. "Lunáticos" 180x80 cm año 2000
Otro de los espacios que regularmente ya se ocupan de presentar artistas en sus inicios es la galería del periódico Síntesis (18 Oriente 401. Frac. San Francisco). No siempre los artistas que ahí se muestran poseen calidad, que no debe faltar por ser noveles. Muy a menudo se exponen desatinos artísticos arropados por la recepción que sus obras tienen entre amigos. Pero en este caso se encuentra Alejandra González sintetizando la lucha del que principia en esta carrera: "Extravíos de una búsqueda... harto incierta". Sus obras así lo denotan. Se halla cargada de estructuras anquilosadas que le aprisionan desde el Instituto de Artes Visuales en donde realizó sus estudios. Muestra algunas obras pictóricas de figura humana que no se sostienen ni bajo el dominio técnico o formal, ni bajo una propuesta conceptual. Esto es el rasgo regular de muchos de los alumnos egresados de este instituto de "des-enseñanza" artística.
Alejandra González "No todo es de color de rosa" 100x50 cm año 2001
No obstante cuando entramos en su obra se perfila una profunda poesía convocada desde el tratamiento de las superficies y la textura. Pero el poema aún se encuentra agarrotado en imágenes comunes de surrealismo blando y curvo que en algunas obras resuenan a ciertas atmósferas flotantes de Chagall, el surrealismo matérico de los años 30 o revela su interés por la abstracción modernista de aquellos años del pasado siglo XX. No pretende propuestas de revisión histórica. Su actuación se limita a tantear, como ella define, "una búsqueda harto incierta".

Es la etapa en la que se encuentra. No se trata de señalar la corrección formalista en la realización de la obra. En muchas piezas se advierte conocimiento y capacidad en el lenguaje pictórico. Varios cuadros abren el espacio pictórico con rotundidad con una atmósfera difusa y armonizada en color análogo sobre el que destaca una estructura lineal construida con cordel. Y en otro aspecto, en piezas como "Hombre recto" despunta con un intento de objetualizar el formato romboidal de la superficie pictórica ensamblando una silla. Estas parecen una interesante salida en la búsqueda de identidad que Alejandra debiera proseguir.
Alejandra González "Hombre recto" año 2001
Volviendo a la metáfora mencionada anteriormente de lograr dotar de alas y raíces, este Instituto de Artes Visuales dota de raíces pero no de alas para la búsqueda de la identidad en los alumnos que tendrán que enfrentarse a una decantación de todo lo adquirido. Al enfatizar componentes, y malamente, de figuración, materia y composición clásica sin empujar el despegue contemporáneo a los alumnos, los dotan de raíces, pero no de las alas para encontrar su propio lenguaje.