¿Belleza en la opulencia de las formas?

Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes

Susana Ciklik "Ande yo caliente y ríase la gente" 1999
Los ideales estéticos clásicos de armonía y proporción en la figura humana ya no están vigentes desde hace décadas. En periodos estéticos pasados se postulaba la belleza como objetivo primordial del arte. En la etapa clásica se pensaba que la belleza se encontraba en la forma regular y en la etapa romántica residía en lo psíquico y lo poético. A lo largo de la historia de la estética puede observarse una gran variedad de categorías a las que la belleza ha sido adscrita: agudeza, claridad, elegancia, gracia?Se han hecho esfuerzos por reunir las categorías de acuerdo con un principio uniforme. Pero toda esta metodología corresponde a la existencia de principios universales rectores del pensamiento reinantes en etapas históricas. Ahora vivimos una situación posthistórica donde los términos dominantes han quedado disueltos y se potencia la multiplicidad de los universos culturales.

¿Ha quedado entonces la belleza exiliada de los intereses estéticos? Al contrario, la belleza es una cuestión que está hoy interesando a los artistas y críticos. Incluso más, ha llegado a ser el tema central de representación para la cultura en general. La belleza es cuestionada como valor genérico universal desde el cual se puede juzgar el grado en el que participan de ella los objetos. Se establece la noción de "Belleza contextual" (Marcia Muelder Eaton en Kantian and Contextual Beauty) por la cual la belleza es una propiedad contextual profundamente conectada a precisas creencias y actitudes morales. Bajo este concepto puede abarcarse las aproximaciones estéticas de culturas distintas y las creencias éticas y ecológicas que están resurgiendo en la actualidad donde nuevas actitudes socio-políticas y de género han puesto en crisis la representación del cuerpo bajo el dominio de la visión e interés masculino.

Incursiones de los artistas en este terreno explorando la interconexión de belleza, género, raza y sexualidad han contribuido a la renovación de la psicología y la política de la imagen del cuerpo. Aunque la idea de lo feo se encuentra ya destacada desde 1795 por Friedrich Schlegel como ingrediente típico del arte moderno, nuevos modelos se han incorporado a la estética actual del cuerpo redefiniendo el término de belleza: la fealdad, el caos, lo amorfo y lo grotesco han llegado a ser fascinantes. Afirma W. Tatarkiewicz en Historias de Seis Ideas, situando la fealdad dentro de la categoría de la belleza, que "La reacción a la fealdad es estética, y es a veces tan fuerte como la reacción a la belleza",. Y
Mariana Dellekamp. "Do you want to loose weight... Don´t eat. Barbie"
como opina Remo Bodei en La Forma de lo Bello "La erosión de los ideales clásicos de belleza conduce a una subversión absoluta de papeles: lo "feo" se convierte en lo auténticamente bello". Una consideración lingüística y etimológica de lo feo, como pone de relieve también Remo Bodei hace ver la relación de esta palabra con lo moralmente vergonzoso o torpe. Del latín "foedus" (impuro, escandaloso, fétido) proviene el español "feo". Del noruego "uggligr" (lo que produce miedo o es terrible) proviene el término "feo" en inglés: "ugly". Parece darse en la acepción de la palabra un deslizamiento semántico actual hacia algo aceptable.
Patricia Henríquez. "Bulimia" 1999. 2o.Premio categoría de artistas
Hay una reivindicación de la belleza de la obesidad en la cultura estadounidense. Al tiempo que se han conformado normas de belleza femenina como lo delgado e implantado la moda de cuerpos flacos "barby". Esto ha ayudado a crear enfermedades como la anorexia y bulimia, desordenes de la alimentación en la mujer, principalmente, que revelan el bombardeo visual de imágenes en publicidad y diversiones de modelos-mujer delgadas. Paralelamente a esta anidmaversión por la gordura se reclama una estética de la obesidad, su belleza y erotismo, la búsqueda de sus derechos y el respeto en una sociedad que los discriminaba en función de su gordura; existen en la actualidad tiendas especiales de ropa para ellos. Es consecuencia de una creciente demanda por los derechos de diferentes grupos en la cultura postmoderna estadounidense.

Así que, confluyen en la actualidad la fascinación por lo feo, y la exigencia de atención y demanda de respetabilidad por parte de este grupo social, en aumento, de obesos. La atención a la obesidad se incrementó considerablemente también en arte. El prestigio ganado por las obras de Fernando Botero son un síntoma y una causa de ello. Todo esto se delata con la temática de la convocatoria del II concurso La Línea del Arte: La obesidad. Aunque el tema del exceso de peso es elegido por Productos Roche, empresa patrocinadora del concurso, con el objetivo de difundir la salud en la población creando conciencia acerca de los riesgos que para la misma representa la obesidad, el resultado artístico de la exposición parece más bien una afirmación y defensa de la exuberancia y belleza de la opulencia de las formas.
Este concurso estaba abierto a la participación en una categoría de neófitos en la práctica profesional del arte. No sé si es situación implícita al abrir en el concurso una categoría para médicos, grupo profesional con una tradicional inclinación a la práctica de la pintura, y entonces consecuentemente se abre otra para público en general, o la misma intención generatriz de contribuir a promover el arte en México. Como sea, una de las realidades que este concurso pone de manifiesto es la atención al arte que en Estados Unidos denominan "outsider art" y que está tomando una prevalente atención en museos de arte étnico y colecciones de "folk art".

En la sala José Manzo de la Casa de la
Eduardo Warnholtz "Nelly I" 2000. 1er. lugar categoría de artistas
Cultura (7 Oriente,4 Centro Histórico.Puebla) se exhibe la muestra del concurso La Línea del Arte, una selección de 47 artistas entre las 1627 obras de 927 participantes. Resulta una elección muy dispar, sobre todo en la premiación de las obras. Participan sin distinción de premios pintura, escultura, dibujo y fotografía. Ya en sí, esto revela unos limitantes a la expresión artística contemporánea ¿Por qué delimitar los géneros artísticos si luego los premios otorgados seran indistintos? La división de tres categorías también resulta artificial: Artistas, médicos y público en general, cuando hay médicos con más habilidad como artistas que otros.

Son pocas las obras de pintura que destacan. En general el nivel en la categoría de artistas resulta más bien bajo. No hay, o no fueron seleccionadas, propuestas interesantes y se inclinaron hacia lo figurativo. La obra de Fabian Ugalde "Fragmento de una invasión espacial" contiene una frescura de tratamiento en estética comic que unido al manejo humorístico y sugerente del tema, lo hace efectivo. Un políptico de cuatro piezas,?.creo que incorrectamente desplegadas en esta exposición, de Eric Pérez Martinez "Bañistas del National Geographic" resulta de un manejo de valores pictóricos en color y textura muy positivos, junto a la de Bernardo Calderón "Tentación I", aunque éste adeuda su estilo de la figuración de Lucian Freud. Y una contundente imagen realizada en acrílico sobre papel amate "Bulimia" de Patricia Henríquez recibió el segundo premio de la categoría de artistas. La obra transmite adecuadamente en forma e imagen el sufrimiento de la persona afectada por esta enfermedad.
El primer premio de los artistas fue concedido a una fotografía ejecutada con una luz contrastada mostrando la carga y desolación de un obeso cuerpo femenino, "Nelly I" de Eduardo Warnholtz. Varias otras fotografías fueron recompensadas justamente con otros premios y menciones. Es el género en el que más se ve una exploración y participación con resultados positivos en la categoría de público en general.

La escultura, aunque escasamente representada, aparece con gran dignidad. Una de las piezas, muy simple, pero desbordante,

Fabián Ugalde. "Fragmento de una invasion espacial".
fue recompensada con un segundo premio en la categoría de médicos. "La bolsa de manteca" de Leticia Vieyra. A través del simple y directo recurso de un vestido a modo de bolsa de asas saturada de una sustancia amarillenta consigue llegarnos con la sensación de lo que la obesidad representa para el cuerpo humano.
Leticia Vieyro. "la bosa de manteca. 2000. 2o. Premio categoría médicos
Una impactante pieza que merecería haber sido primer premio en esa categoría, en vez de la obra de pintura que como tantas otras en toda la muestra empujan más por la idea literal a nivel primario, sin sutileza ni sorpresas, sin un sostenimiento plástico desde los elementos pictóricos que emplean.

El conjunto de imágenes supone una llamada de peligro sobre las consecuencias que la seducción de las grasas y azúcares ejercen sobre la persona humana en la sociedad consumista y estática, y el peligro que la obsesión de la excesiva delgadez puede crear en contrapartida. Pero, también se percibe a través de varias de las imágenes que esta voluptuosidad de las formas es aceptada con resignación y como una característica más de la que no avergonzarse.