Millenium Mambo

Marco Morales. Maestro en Estética (artehoysintesis@yahoo.com.mx)

Lejos de otras películas asiáticas que, desde mi perspectiva constituyen uno de los esfuerzos más interesantes del cine contemporáneo, sin menospreciar la constante presencia del cine japonés, la películadel director chino Hou Hsiao-hsien "Millennium Mambo" (2001, Zafra video, México, en DVD) muestra, de una manera poco convencional, la vida amorosa de una juventud apática recordándonos toda una serie de películas que enumeran los festivales de cine en los que han participado, a manera de legitimación, y que proponen una visión de la sociedad contemporánea, tal como la última vida en el universo de Pen-ek Ratanaruang.
Con una veintena de películas dirigidas y con una presencia constante en el festival de cine de Cannes, Hou Hsiao-hsien, a decir de algunos críticos, no logra, aún, tener una presencia importante entre los aficionados del "cine de arte" ni de la crítica especializada. Esto puede explicarse, pero no en este espacio. En su lugar, después de haber visto millennium mambo, sólo pretendo a partir de ella, sin ser exhaustivo, argumentar cómo ésta es un buen ejemplo de lo que sucede en el arte contemporáneo.
Mucho del arte se ha preocupado por problemas de carácter ético, ya sea mostrando eso que el artista ve, señala, una problemática. También puede mostrar una salida a la misma. Esto no habla de una falta de preocupación por la técnica. Antes bien, ésta es necesaria pero también puede ser una preocupación en sí misma. Contemporáneamente
nos encontramos también con una propuesta estética, que puede ser el principal objetivo del artista o no, pero está siempre presente. La conjugación de estos dos últimos elementos, nos remiten de alguna manera al, en este caso, "cine de arte", cuyos principales exponentes ya conocemos. El cine que traza, a decir de algunos, relevantes cosas, problemas, sentimientos y cuyo planteamiento nos remite a nuestra sensibilidad, a través de la imagen, del dominio de una técnica y que se distingue de lo ya hecho. No estoy diciendo nada nuevo. Parece que, en relación al arte no hay nada que agregar -no me lo parece-, a pesar de las afirmaciones que sostienen un cambio en la sensibilidad, pero que no se
sustentan con contundencia. Aún hoy, lo que he dicho líneas atrás, continúa siendo en gran medida lo que ha formado las expectativas de un gran número de críticos y aficionados al arte. Sin embargo, no podemos negar la existencia de evidencia que habla a favor de una sensibilidad "distinta" de la hasta ahora conocida.
El director muestra una juventud dedicada a la diversión, sin ningún otro interés. No son totalmente indiferentes porque reaccionan, deciden. Sin embargo, a riesgo de sonar contradictorio, las decisiones tomadas resultan de una transitoriedad que aparenta indiferencia. Esto no es parte del problema que plantea Hou Hsiao-hsien. Su excusa es la vida amorosa de Vicky (Shu Qi) que labora para divertirse. Uno de sus amantes, Xuan (Chen Yi-hsuan), vive para divertirse. El otro trabaja y se divierte. Vicky, parece extraviada e indiferente, se mueve desganadamente entre los dos. Esto lo conocemos, es familiar.
Con una estructura narrativa que puede resultar confusa a ratos, particularmente al inicio de la película que, finalmente, resulta lineal en su estructura. Presenciamos un manejo del color donde la gama de amarillos junto con la roja resultan dominantes, resaltando siempre la figura de los actores que, continuamente, muestran apatía y desencanto a pesar de estar divirtiéndose, que es el fin último de los personajes de esta película, y sobre todo el de Vicky quien no entiende lo que sucede, lo que le sucede. Sólo le queda el vacío de la transitoriedad de sus decisiones.

El director no es el primero en ocuparse de la temática del vacío, supuesto o no, de la sociedad de los ritmos
electrónicos, pero ese no es el problema. Me parece que es la manera de mostrar, de señalar esa problemática, pues resulta tan vacía y plana como la sociedad que describe. Es decir, podemos estar de acuerdo o no con la sociedad en la que vivimos. Es la propuesta del director. Sin embargo, la manera en la que expresa su visión se queda en la intención, conocemos sus pretensiones, pero, tal como lo he dicho líneas atrás, no se distingue, en manera alguna de un grupo de películas pretenciosas que no hacen sino desorientar al espectador a través de esas intenciones y del vacío de lo que podríamos llamar "esa manera".
Publicado el 10 de Septiembre de 2006